Alumna de Enfermería crea protocolo para manipulación de la leche materna en el Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar

Como parte de su internado intrahospitalario, Valentina Araya desarrolló una pauta de trabajo para todos los servicios de pediatría del recinto médico de la Ciudad Jardín.

Un proyecto que en principio solo se iba a enfocar en el Servicio Quirúrgico Pediátrico, pero que terminó abarcando a todo el bloque pediátrico del Hospital Gustavo Fricke. Así se resume la experiencia de Valentina Araya en su internado intrahospitalario que finalizó hace pocas semanas. La estudiante de Enfermería de UST Viña del Mar elaboró un proyecto de mejora continua de la calidad denominado “Manipulación, distribución y conservación de la leche materna en los servicios clínicos pediátricos” que fue alabado por sus superiores en el recinto médico, que muy posiblemente ahora lo adoptará como parte de sus protocolos internos.

“En este internado tenemos que hacer un proyecto de mejora continua. Como son solo tres meses, la idea es trabajar a fondo el problema que se quiera resolver. En este caso, fue la supervisora del servicio quien me dijo que había problemas porque no había un protocolo oficial para la lactancia materna, no había normas claras para la extracción, los horarios del lactario, las derivaciones, la mantención de la leche, etcétera, no había nada. Cada servicio funcionaba según sus propios requerimientos”, resume.

A partir de ese dato, comenzó a recolectar información y comprobó que, efectivamente, no había un protocolo establecido: “Primero empecé a ver cómo funcionaban los otros servicios, Neonatología, Urgencias, Pediatría, para ver qué estaban haciendo ellos y si nosotros como Servicio Quirúrgico Pediátrico estábamos haciendo algo mal. Y la verdad es que no había protocolo, en los equipos multidisciplinarios todos tenían informaciones diferentes sobre cómo mantener la leche materna extraída, por ejemplo. El único servicio que tenía protocolo era el de Pediatría, porque el 2011 otra interna se había encargado de hacerlo. Desde ahí partí”.

Alumna Enfermería

Protocolo para Hospital Gustavo Fricke

Valentina recalca que su proyecto inicial estaba enfocado solo en el Servicio Quirúrgico Pediátrico donde ella cumplía su internado, “pero conversando con mi jefa me preguntó si me atrevía a hacerlo para todo el bloque. Respondí que sí, aunque sabía que eso implicaba mucho trabajo porque aparte del proyecto uno sigue haciendo su práctica como enfermera clínica”.

“Hacer el protocolo era lo más difícil porque hay que detallar todos los procedimientos. Al final, terminé elaborando tres procesos diferentes: distribución, manipulación y conservación de la leche materna. Me tocó trabajar en conjunto con la matrona encargada del lactario, con la nutricionista que es directora del Comité de Lactancia Materna del hospital, también tuve que contactarme con Sedile, en fin, involucrándome con muchas instancias”.

Asumiendo que tenía que luchar con el estigma de “las internas no hacen protocolos”. Valentina dice que finalmente su proyecto tuvo buena aceptación. “Me felicitaron bastante. Yo pude aplicar mi pauta de supervisión, pero se debe seguir midiendo a largo plazo para ver los resultados. Cuando haces un protocolo desde cero, tienes que partir de lo básico para que tenga un umbral favorable. No puedes poner demasiadas normas y esperar que el personal comience a cumplir todo de inmediato. Hay que partir de una pauta básica hasta cumplr el protocolo completo”.

Respecto al futuro de este protocolo, la estudiante de Enfermería de UST Viña del Mar señala que ahora queda en poder del Hospital para su utilización: “se envió a cada una de las supervisoras y las correcciones, actualizaciones y su difusión queda en manos del Comité de Lactancia Materna, ellos deberían comenzar a aplicarlo en todo el bloque pediátrico. Yo pude capacitar al personal del servicio Quirúrgico Pediátrico, que era mi entorno más cercano, pero ahora cada supervisora se encargará de su aplicación”.

¿Cuál es su evaluación tras este internado? Valentina concluye que “el producto ya está, se hizo. Mi sensación personal es que esta experiencia me abrió los ojos sobre el alto nivel de presión que tienen las carreras de la Salud. En un momento colapsé, pensé que estaba abarcando mucho, dormía poco, pero la sensación final es de éxito. Sentía que tenía que aprovechar la oportunidad y así fui saliendo adelante tanto en el área clínica como en gestión”.