“Brigada de susurradores”, una iniciativa que florece en la carrera de Psicopedagogía de Santo Tomás Viña del Mar

Una agradable y colorida sorpresa encontraron quienes pasaban por la terraza de la sede Limonares de Santo Tomás Viña del Mar la última semana de abril. Era la “Brigada de susurradores” de la carrera de Psicopedagogía, que realizó una intervención literaria para la comunidad tomasina compartiendo breves relatos que generaron más de una emotiva reacción entre los destinatarios de estos mensajes.

La actividad correspondía a la evaluación final de la primera unidad de la asignatura Taller de Recursos Literarios para la Educación, correspondiente al tercer semestre de la carrera y que está a cargo de la académica Janet Bustos. Según ella misma cuenta, los resultados de esta intervención superaron todas las expectativas.

“Yo sabía que iban a estar muy tímidos al principio, pero se fueron soltando. Ellos creían que iban a hacer el ridículo, entonces se sorprendieron cuando vieron que la gente les agradecía o se emocionaba después de escuchar los relatos. No se esperaban eso, no sabían que podrían provocar reacciones. Finalmente, hubo emoción de las dos partes”, dijo.

La intervención consistió en que los estudiantes de Psicopedagogía, utilizando unos artefactos denominados “susurradores” se acercaban a alumnos y profesores de otras carreras para leer pequeños relatos que podían ser adivinanzas, rimas, cuentos o poesías, los que estaban guardados en cajas de recursos literarios que ellos mismos habían confeccionado.

Primera generación de Psicopedagogía

Además de la esperable timidez que despertaba en los alumnos esta intervención pública, había otro factor que jugaba en contra. Como Psicopedagogía es una carrera que recién se abrió el año pasado en Santo Tomás Viña del Mar, los estudiantes de esta asignatura son la primera generación y no tenían referencias respecto a lo que podía pasar en esta actividad.

“Claro, ese también era un tema. No tenían parámetros, no tenían a quién preguntarle cómo se hacía esto o cómo había resultado antes. Por lo mismo, la idea era que ellos se fueran encantando a medida que hacían la actividad. ‘Encantarse haciendo’, en definitiva”, señala la docente.

La responsable de este taller añade que sus alumnos tampoco esperaban encontrarse con una asignatura como esta, en la que además de esta intervención, han recibido visitas de cuentacuentos y músicos que los han motivado a expandir su imaginación.

«Brigada de susurradores» permanente

Aunque esta primera intervención de la “Brigada de susurradores” correspondía a una evaluación del Taller de Recursos Literarios para la Educación, la intención de Janet Bustos es formar un grupo estable que continúe realizando estas actividades en Santo Tomás.

“Sería espectacular poder intervenir salas, cursos o cualquier tipo de eventos con los susurradores”, dice.