Por Humberto Saavedra, Kinesiólogo, Jefe Carrera Kinesiología Universidad Santo Tomás Temuco.

La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) afecta a millones de personas en todo el mundo, pero sigue siendo desconocida o ignorada por muchos. Se trata de una afección progresiva que empeora con el tiempo, afectando gravemente la calidad de vida de quienes la padecen y, en última instancia, puede ser mortal. Aunque su principal causa es el tabaquismo, también puede deberse a la exposición a contaminantes como humo industrial y polvo. La EPOC provoca una inflamación crónica en los pulmones que reduce el flujo de aire, haciendo que respirar sea cada vez más difícil.

A nivel social, la falta de visibilidad de esta enfermedad es un problema significativo. Las personas que la padecen suelen experimentar aislamiento y poca comprensión por parte de la sociedad. La fatiga constante y la dificultad para respirar no son tan evidentes como una herida visible, lo que lleva a subestimar lo difícil que es para estos pacientes realizar actividades básicas como caminar, hablar o incluso dormir sin interrupciones. Este aislamiento y la falta de empatía se agravan cuando el paciente enfrenta, además, la carga psicológica de convivir con una enfermedad crónica y progresiva.

Los tratamientos actuales, como los broncodilatadores, la rehabilitación pulmonar y, en casos avanzados, la oxigenoterapia, ayudan a manejar los síntomas. Sin embargo, la EPOC sigue siendo una de las principales causas de mortalidad a nivel mundial. Esto debería alarmarnos y motivarnos a tomar medidas preventivas y de concienciación. En el plano individual, dejar de fumar y evitar ambientes contaminados es fundamental para prevenir la enfermedad. A nivel social, se necesitan políticas más robustas que limiten el consumo de tabaco y reduzcan la exposición a contaminantes.

Enfrentarse a la EPOC no es fácil para los pacientes, y tampoco debería ser ignorada por la sociedad. Cada año, miles de personas sufren debido a un problema prevenible. En el Día Mundial de la EPOC, crear conciencia sobre esta enfermedad puede salvar vidas, reducir el sufrimiento de los pacientes y ayudarnos a construir un entorno más saludable para todos.