Una Navidad llena de magia y sonrisas en el Complejo Turístico Curazao

Camino a Pinto, bajo un cielo despejado y un sol resplandeciente, el Complejo Turístico Curazao, en el kilómetro 18, se transformó en el epicentro de la magia navideña que las instituciones Santo Tomás compartieron con su comunidad. Rodeado de un impecable césped que parecía una alfombra natural y junto a un refrescante conjunto de piscinas, familias completas vivieron una jornada donde la alegría y la esperanza se fueron protagonistas.

El lugar, ya de por sí privilegiado, se llenó de color y risas cuando llegó el esperado Viejito Pascuero. Con su característica energía y sacos llenos de regalos, el símbolo de la Navidad sorprendió a los hijos e hijas menores de 14 años de los trabajadores y trabajadoras de Santo Tomás. Cada obsequio entregado fue un motivo más para sonreír, abrazar y celebrar en familia.

Pero no todo fue esperar al Viejito Pascuero. Durante la tarde, niños y adultos disfrutaron de un gran patio de juegos, donde la risa se convirtió en la banda sonora del día. Además de los regalos, se compartieron momentos cargados de amistad, buenos deseos de paz y prosperidad, recordando el verdadero espíritu de esta festividad.

Este encuentro no fue solo una celebración; fue una reafirmación del compromiso de Santo Tomás con el bienestar y la felicidad de quienes forman parte de esta gran familia. Una Navidad que, sin duda, ha quedado grabada en la historia personal de muchos de los asistentes.