Derecho UST analiza cómo la ausencia de un enfoque intercultural puede vulnerar derechos esenciales

El encuentro “Derecho Lingüístico en Chile” abordó cómo este es fundamental en el acceso a la justicia y la educación, especialmente en contextos indígenas, así como la necesidad de incluir la perspectiva de género en su aplicación.

En el marco del ciclo “Perspectivas de Género en el Derecho”, se desarrolló el tercer encuentro titulado “Derecho Lingüístico en Chile”, organizado por el Diplomado Perspectiva de Género en la Litigación, en conjunto con la Facultad de Derecho y el Proyecto InES Género UST.

El espacio- moderado por la investigadora Liliana Ronconi- reunió a las doctoras Carmen Gloria Droguett González, investigadora de la Facultad de Derecho de la Universidad Santo Tomás, y Katherine Becerra Valdivia, vicedecana de la Facultad de Derecho y Humanidades de la Universidad Central de Chile, sede Coquimbo, quienes reflexionaron sobre el reconocimiento normativo, las políticas públicas y los desafíos estructurales que enfrentan los pueblos indígenas en el ejercicio de sus derechos lingüísticos.

Durante su presentación, Carmen Gloria Droguett destacó que los derechos lingüísticos son fundamentales para garantizar otros derechos como el acceso a la justicia y la educación, especialmente en contextos indígenas, subrayando que pueden ser individuales, como el derecho a recibir educación en lengua propia; o colectivos, como el establecimiento de instituciones educativas en lenguas originarias. Sin embargo, a pesar de su importancia, el reconocimiento normativo en la región aún es insuficiente. “Las lenguas nacen, se desarrollan y también mueren. Cuando desaparece una lengua, se pierde patrimonio cultural y se vulneran derechos fundamentales. Los Estados deben asumir el deber de promover su vitalidad”, señaló Droguett, quien también resaltó avances recientes en Chile, como la inclusión de preguntas sobre lenguas indígenas en el Censo 2024, el reconocimiento del idioma mapuzungun en dos comunas del sur y el creciente uso de intérpretes interculturales en contextos procesales.

Por su parte, Katherine Becerra, abordó los derechos lingüísticos desde una perspectiva interseccional y feminista, analizando las condiciones de vida de las mujeres indígenas en Chile. A través de datos censales y narrativas, evidenció cómo el género, el origen étnico y la situación económica se entrelazan para generar barreras estructurales que dificultan el acceso a servicios básicos, justicia y participación política. “Las mujeres indígenas enfrentan una doble discriminación: por ser mujeres y por hablar lenguas originarias. Son ellas quienes transmiten la lengua de forma intergeneracional, especialmente en zonas rurales. No reconocer sus derechos lingüísticos es perpetuar exclusiones históricas”, sostuvo.

La académica también expuso el caso de una mujer haitiana en Santiago, detenida por abandono de menor debido a la falta de comprensión lingüística por parte de funcionarios públicos. Este episodio se convirtió en un ejemplo dramático de cómo la ausencia de un enfoque intercultural puede vulnerar derechos esenciales.

Ambas expositoras coincidieron en la necesidad de avanzar en el reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas como actores jurídicos, fortalecer la formación de intérpretes en servicios públicos y promover la participación de las mujeres indígenas en el diseño de políticas públicas. “Los derechos lingüísticos no son solo una deuda histórica, sino una obligación internacional en virtud de los derechos humanos”, concluyó Becerra.