De la sala al terreno: docente se une al voluntariado de Santo Tomás

Para cerrar su primer año como profesor en sede Rancagua, Nicolás Cerpa Ubilla, participó en los trabajos voluntarios de verano y cerró el primer semestre 2024 en los de invierno.

15 estudiantes de Santo Tomás Rancagua fueron parte de los trabajos voluntarios de invierno 2024 que se realizaron en la comuna de Hualañé, Región del Maule. El equipo de la dirección de Asuntos Estudiantiles acompañó en esta labor a tomasinos de las carreras Contabilidad General, Tec. en Podología Clínica, Téc. en Educación Parvularia 1° y 2° Básico, Psicopedagogía, Ingeniería Agrícola y Servicio Social.

También se les ha unido el docente Nicolás Cerpa Ubilla, sociólogo de profesión, que cuenta que siempre ha tenido como principio de vida el tema del servicio, como bombero, scout y funcionario municipal o prestando apoyo a gente en situación de calle: “Vengo de familia humilde. Soy el primer universitario de mi familia. Por mucho tiempo a veces tenía que ir a estudiar a Santiago y no alcanzaba a llegar a mi casa, y me tenía que quedar en el Hogar de Cristo. Entonces son experiencias que a uno lo van forjando y trata de transmitir a los chicos que, si bien el camino cuesta, si uno le da un empeño puede llegar a lograr su objetivo. Y por eso me mantuve en la docencia y en el servicio público, un poquito para devolver la mano de lo que me siento bendecido”.

Desde el 2023 dicta las asignaturas de Ética y Cultura y valores en carreras de las áreas Educación y Ciencias Sociales: “Mi intención, ya desde la terraza de profesor, fue también ser un poquito la consecuencia de todo lo que hablo en sala; del tema de los valores, los principios tomasinos. Son ramos donde nosotros llevamos mucho el discurso y era momento también de llevarlo a la práctica, precisamente con alumnos míos que iban a voluntariado”.

“Compartimos el día a día”

Cuando ya conoce las fechas, el profesor Nicolás programa con anticipación sus clases y evaluaciones para sumarse a los trabajos voluntarios con sus estudiantes: “Yo voy, igual que ellos, en el mismo rol de alguien que va a prestar un servicio. Ellos mantienen el respeto del profesor, pero que es el par en el servicio. Y es muy grato, muy agradable la relación que se arma entre nosotros. Y hace más humana esta relación docente-estudiante, más allá de la frialdad del número, de la evaluación, sino porque compartimos el día a día”.

Este invierno, al igual que el último verano, los tomasinos de sede Rancagua se trasladaron hasta la comuna de Hualañé en la Región del Maule. Durmieron en la escuela del lugar, por lo que tuvieron que acomodar este voluntariado a las vacaciones escolares, que no son en la misma fecha que las de Educación Superior, por lo que tuvieron que adelantar tareas y trabajos para regresar a la época de exámenes y cierre de semestre.

En Hualañé, los estudiantes de Rancagua se unieron a los de Curicó y trabajaron mejorando viviendas de ocho familias: “Es vincularse con la gente. Uno cuando presta un servicio o trabaja con la gente, no solamente le tiene que saber el problema, tiene que saber un poquito más, que sepan mínimo cómo se llaman, por qué estamos ahí. Y ahí empezamos a conversar y conocemos las historias de vidas de las personas. Es fascinante. Que todos tenemos una mochila que cargar”, agrega el profesor Nicolás que está motivado a invitar a otros colegas a sumarse a los próximos trabajos voluntarios, iniciativa que Santo Tomás lleva a cabo en invierno y en verano.