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Pamela Caro y envejecimiento: “La oferta que hay para los adultos mayores es infantilizadora”
La directora del Centro Cielo de la Universidad Santo Tomás, Pamela Caro, enfatizó que luego de la jubilación las actividades para los adultos mayores son «banales, relacionadas al baile y arte por ejemplo» y que «no existe la idea de programas orientados hacia su labor pasada».
Las conclusiones sobre niñez, envejecimiento y género que entregó la investigadora que lidera el Centro CIELO de la UST se realizaron durante el seminario “Significados y experiencias de la niñez y vejez como polos vitales de cuidado en familias del medio rural del Valle de Aconcagua. Una lectura desde la perspectiva del género”, instancia en el cual se entregaron los resultados de su investigación Fondecyt realizada, junto a las tesistas Beatriz Aguirre y Lesly Meyer.
Investigación Fondecyt de Centro Cielo
El análisis enfocado en la construcción de la niñez y vejez en medios rurales, reveló que los cambios que ha sufrido la sociedad en los últimos años, con la modernización del trabajo agrícola y la descampesinización de la comunidad, generaron una ruptura en la relación que existía entre el trabajo y la familia.
Al respecto, Pamela Caro indicó que “antes era normal que los niños trabajaran en el campo y estudiaran, pero ahora, dada la prohibición de esta actividad infantil, esto sería mal visto».
Al respecto explicó que, «hay trabajos agrícolas que se realizan en espacios colectivos, donde se aprende una actividad y se recoge una cultura campesina. Por ejemplo, si el niño vive en una familia de arrieros y su padre lo invita al cerro a hacer algún trabajo vinculado al pastoreo, no estará viviendo el trabajo infantil obrero, sino que adquiriendo una socialización campesina a través de esta actividad. Es un espacio de aprendizaje”.
Envejecimiento y rutina
Por otro lado, al hablar del adulto mayor y su proceso hacia la vejez, el estudio reveló que la sociedad moderna los obliga a dejar de trabajar y a realizar otro tipo de panoramas, una vez llegan a su jubilación.
“Esto es relevante porque no tienes una opción de seguir con tu labor, la que has realizado durante gran parte de tu vida y, en cambio, te dan la posibilidad de hacer zumba u otras actividades que no se correlacionan con lo que estabas haciendo», señaló la experta.
«Si yo me junto con mis ex compañeros de trabajo social, ojalá me involucre siendo adulto mayor en una actividad que tenga que ver con el apoyo social. Es mejor eso a que me inviten a hacer algo que está descolocado de mi trayectoria histórica vital”, asegura la Directora del Centro Cielo de la UST.
En este aspecto, la investigadora hace una crítica al actual programa público dirigido al adulto mayor, dado que “la oferta que hay para los adultos mayores es infantilizadora, son actividades banales, relacionadas al baile y arte por ejemplo, en los que se les uniforma e inclusive reciben nombres como ‘Las Margaritas’, muy parecido a un jardín infantil.
«No existe la idea de programas orientados hacia su labor pasada”. enfatizó Caro.
Mujeres y envejecimiento
Otros aspecto relevante de la investigación fue que que las mujeres envejecían mejor que los hombres, esto porque las primeras están bien socialmente siempre y cuando “sigan haciendo sus cosas” (realizar el aseo, cuidar del hogar, etc), mientras que los segundos, al dejar de trabajar, ya no serían personas activas de la comunidad».
Esta situación de acuerdo a las conclusiones del estudio, «se explicaría por cómo se dividen las tareas en la niñez en el mundo rural, donde las niñas deben ayudar en la casa, mientras que los niños harían “cosas por gusto o para llevar dinero al hogar”.