Félix de Moya, fundador de Grupo Scimago: “Las universidades chilenas producen el 81,5% de la ciencia nacional”

El investigador y fundador de Grupo Scimago dictó en la Universidad Santo Tomás la conferencia “Ranking Internacional de Instituciones Scimago: Calidad de la Investigación, Innovación e Impacto Social”.

El Ranking Internacional de Instituciones Scimago (SIR) -recientemente publicado- es uno de los más prestigiosos a nivel global que evalúa los avances en investigación, innovación e impacto social obtenidos por distintas instituciones, contemplando el análisis de 17 variables objetivas agrupadas en tres áreas. La más importante de ellas, con un 50% de ponderación, corresponde a los resultados en investigación medidos a través de la productividad, calidad y liderazgo en revistas científicas más influyentes del mundo; en segundo lugar, se evalúa la producción asociada a innovación medida través de la contribución en patentes y tecnología, con un 30%; y por último, el impacto social evaluado por la visibilidad de su web, correspondiente a un 20%.

Considerando estos indicadores es que este ranking es de especial relevancia para aquellas instituciones de educación superior que incluyen en su proyecto educativo actividades de investigación, transferencia tecnológica y difusión de la ciencia -y que año a año- buscan obtener una posición destacada en él. Para dar conocer la metodología aplicada, los resultados, tanto globales como nacionales, y los nuevos indicadores 2019, el Dr. Félix de Moya-Anegón, fundador de Grupo Scimago, dictó la conferencia “Ranking Internacional de Instituciones Scimago: Calidad de la Investigación, Innovación e Impacto Social”. La actividad fue organizada por la Dirección de Investigación Aplicada e Innovación de la Universidad Santo Tomás y llevada a cabo en la sede Santiago de dicha casa de estudios.

Metodología

Para iniciar su conferencia, el investigador español señaló que los indicadores de los rankings internacionales deben ser de aplicación mundial. Por consiguiente, precisó de Moya, “solo usamos indicadores aplicables globalmente”. A esto, el fundador de Scimago agregó que los rankings son una aproximación imperfecta a la complejidad de instituciones académicas que tienen características muy diferentes”.

Durante su ponencia, el expositor explicó que lo más característico de la metodología de los rankings globales es que le dan un valor alto a la investigación y al tamaño científico de las instituciones. Este último aspecto, precisó de Moya, se considera desde el punto de vista de la capacidad de los organismos para generar conocimiento.

“Estos dos aspectos los hemos intentado corregir dando un peso significativamente importante a los llamados indicadores de desempeño. El tamaño importa, pero no es lo único que importa, porque estos indicadores– que son independientes de los tamaños – permiten alterar el orden de producción si estamos hablando de investigación”, explicó.

Agregó que la medición no considera la percepción de la opinión pública acerca de las universidades, “no le damos esa mirada a las instituciones, ni tampoco le pedimos información. Para ello, recurrimos a registros internacionales que son de dominio público. El resultado, por tanto, es una combinación de las fuentes utilizadas y la cocina metodológica a la que ha sido sometida”, expresó. Las fuentes de información utilizadas por el Ranking Scimago son: Scopus, para el área de investigación, European Patent Office para el de innovación, y Google, Ahrefs, Mendeley, Plumx, para medir el impacto social.

La Región en el Ranking

Latinoamérica se encuentra en el puesto número cinco de este ranking según la distribución mundial georeferenciada de las universidades, de acuerdo a lo consignado por el expositor. El primer lugar lo ocupa Asia, seguido de Europa occidental, luego Norteamérica y Europa oriental. En los últimos tres lugares se encuentran Medio Oriente, África y la Región Pacífica, respectivamente.

“La mayor parte de las instituciones universitarias rankeadas en el mundo están situadas en el hemisferio norte. Se ha producido un crecimiento fuerte en Latinoamérica en los últimos años, pero esa distribución tan sesgada tiene que ver con que los países que más invierten en educación superior y en investigación en el mundo están en el norte. Si Alemania, Suecia, Dinamarca, Estados Unidos, Japón están invirtiendo en torno al 3% de su Producto Interno Bruto (PIB) en ciencias, lo lógico es que sean productivos”.

Con respecto a esto último, de Moya fue enfático: «es muy difícil encontrar países en Latinoamérica que inviertan por encima del 0,5 de su PIB». El único país que lo está haciendo muy por encima de los demás es Brasil, que produce el 60% de la ciencia en la región”.

Sin embargo, reparó el investigador, los datos son alentadores para la Región. «La transformación en términos de cultura académica y los cambios en política pública -aún con recursos bajos- ha hecho que muchos países latinoamericanos crezcan muy significativamente los resultados en investigación”. El investigador se refiere principalmente a la progresión de estos países en los nuevos indicadores de Acceso Abierto, nueva medida que de Moya reconoce como un valor importante de la actividad académica. «La región que tienen los mejores resultados en el nuevo indicador de Acceso Abierto es Latinoamérica», aseveró.

El Acceso Abierto (OA por sus siglas en inglés) es un nuevo indicador de la edición 2019 del Ranking que mide el porcentaje de documentos publicados, cuyos contenidos están disponibles sin necesidad de compra o suscripción.

El caso de Chile

Según la distribución regional georeferenciada de las universidades, Chile ocupa el tercer lugar con un total de 32 universidades rankeadas. En la segunda posición está México, con 40 casas de estudios superiores participantes, mientras que el país que lidera la tabla es Brasil, con 122 planteles evaluados en la medición.

Según el expositor, las universidades chilenas han mejorado significativamente sus posiciones, como consecuencia del avance general de los planteles latinoamericanos tras la incorporación de los indicadores de Acceso Abierto.“Hay universidades que, por tamaño, tienen muy difícil progresar en el ranking, pero pueden subir gracias a otros indicadores si trabajan con esa orientación”.

Con respecto a las revistas chilenas indexadas, de Moya adelantó que este año habrá un total de 104 indexadas en Scopus. “Hay 12 revistas que están en el primer cuartil, mientras que las restantes están distribuidas entre los cuartiles medios y cuarto”, puntualizó.

Para culminar, el fundador de Grupo Scimago expuso algunas consideraciones en relación al crecimiento del país en producción científica, sobre todo, gracias al impulso de las casas de estudios superiores. De esta manera, en su presentación consignó que “las universidades chilenas producen el 81,5% de la ciencia nacional”.

Nuevos indicadores de género

Los próximos desafíos del Ranking Internacional Scimago 2020 se relacionan con incluir nuevos índices de impacto social en 2010, otorgándole un valor especial a aquellos indicadores de género en las universidades. “Este es un asunto que, desde el punto de vista de las políticas públicas, de la Unión Europea, Estados Unidos y otros países de la Región, adquiere una importancia muy significativa”, aseguró.

UST en el Ranking

Quien estuvo a cargo de la apertura de la conferencia fue el Vicerrector Académico, de Investigación y Postgrado de la UST, Dr. Sebastián Rodríguez, quien además de valorar y agradecer la presencia del fundador de Grupo Scimago, destacó la mejora sustantiva que logró este año la Universidad Santo Tomás en el Ranking. Cabe consignar que la UST ocupa el lugar N° 12 en la dimensión investigación, traducido en un avance de 12 puestos con respecto a misma medición en 2018, y el lugar N°22 en las métricas globales.

«Este es el resultado de una política que hemos mantenido de manera sistemática durante los últimos ocho años, marcada por ciertos hitos que han permitido seguir mejorando nuestra posición en este y otros rankings», expresó Rodríguez.

En la medición, la UST se destacó por una importante producción en el área de la Salud o Medicina, y también en el área de las Ciencias Naturales, Agronómicas y Veterinarias, seguido además de una significativa producción del área de las Ciencias Sociales.

Por otro lado, la integración del nuevo indicador de Acceso Abierto (OA por sus siglas en inglés), ha supuesto un cambio muy significativo para la UST, puesto que registra una proporción importante en la producción en revistas que entregan la opción de publicar en esta modalidad. En este sentido, agregó el investigador español, “la UST realiza una contribución significativa a la divulgación y democratización del conocimiento a través de la ciencia abierta”.

Jorge Carpinelli, Director de Investigación Aplicada e Innovación UST, Félix de Moya-Anegón, fundador Grupo Scimago, Sebastián Rodríguez, Vicerrector Académico, de Investigación y Postgrados UST