Proyecto f FDI UST 22102 presenta sus logros y desafíos a dos años de su implementación

El proyecto FDI UST 22102, titulado “Transversalización del enfoque de género en la Universidad Santo Tomás: modelo de gestión integral para el fortalecimiento de la institucionalidad, mecanismos y cultura de igualdad de género en sus 13 sedes”, tiene como objetivo principal promover la integración del enfoque de género en la UST. A dos años de su implementación y con financiamiento del Ministerio de Educación, el proyecto ha logrado generar diversas instancias de participación triestamental, orientadas a visibilizar, fortalecer y consolidar la perspectiva de género en la comunidad educativa. Entre las acciones desarrolladas destacan jornadas académicas, seminarios, talleres especializados y visitas a sedes, todas ellas clave para socializar los avances del proyecto con los Comités de Convivencia y la comunidad universitaria en su conjunto.

El proyecto FDI UST 22102, financiado por el Ministerio de Educación en el marco del concurso de áreas estratégicas, tiene un periodo de ejecución de 36 meses. Su principal propósito es fortalecer la institucionalización y la gestión integral del cambio hacia una cultura que promueva la igualdad sustantiva de género en la Universidad Santo Tomás. De esta manera, se busca transversalizar la perspectiva de género en todos los ámbitos del quehacer universitario, fomentando la participación activa de los distintos estamentos que componen la institución.

La historia del proyecto se remonta a septiembre de 2022, cuando se constituyó el Comité Nacional de Convivencia, Equidad de Género, Diversidad e Inclusión, junto con la aprobación y oficialización de la “Política de Equidad de Género, Inclusión y Diversidad y de Prevención e Investigación del Acoso Sexual, Violencia y Discriminación”. Esta política, aplicable a las tres instituciones Santo Tomás, fue diseñada en cumplimiento de la Ley 21.369, que regula el acoso sexual, la violencia y la discriminación de género en el ámbito de la educación superior. Desde esa fecha, el Comité ha sesionado de manera constante, tomando definiciones clave para fortalecer la perspectiva de género a nivel nacional. A su vez, los Comités de Convivencia, Equidad de Género, Diversidad e Inclusión (CEDI) en cada sede ya se encuentran activos, desarrollando actividades periódicas que involucran a toda la comunidad educativa. Este esfuerzo responde al desafío nacional de promover espacios educativos seguros y libres de cualquier conducta que atente contra el bienestar de las personas, impulsando a la UST a continuar avanzando en esta materia.

Avances y desafíos del proyecto FDI: un balance a dos años de su implementación

A dos años de la puesta en marcha del proyecto FDI, las evaluaciones preliminares destacan importantes avances en la incorporación de la perspectiva de género en distintas áreas de la universidad. Marta Gamboa, jefa de Gabinete de las Rectorías Nacionales, secretaria ejecutiva del Comité Nacional de Género e Inclusión de Santo Tomás (CEDI) y directora del proyecto FDI, señala que “el proyecto se ha desarrollado según lo planificado y cuenta con avances en todos los objetivos establecidos. Destaco los avances en políticas y reglamentos institucionales, en los ajustes de programas de estudios para incorporar contenidos sobre derechos humanos, no violencia y discriminación. Asimismo, el programa de mentorías en empleabilidad para egresadas y estudiantes de últimos años, y las campañas de difusión y cursos de capacitación realizados, especialmente el relativo a educación no sexista y currículum oculto”.

En la misma línea, la Dra. Pamela Caro, una de las principales impulsoras de este proyecto y actual directora de InES Género, resalta el impacto de un modelo de gestión integral como base para las transformaciones impulsadas. “El plan de desarrollo implementado por el proyecto, a través de un modelo de gestión integral, ha promovido transformaciones en todas las áreas de la universidad, con matices en su volumen, pero que han logrado visibilizar la importancia de integrar transversalmente el enfoque de género en todo el quehacer de nuestra comunidad educativa.”

Mirando hacia 2025, aún quedan algunos desafíos. Según Gamboa, el objetivo principal será cerrar el proyecto cumpliendo los plazos establecidos y consolidar los avances. “El desafío más importante para el próximo año es poder concluir el proyecto dentro de los plazos previstos, logrando cumplir con todos los objetivos planteados y evidenciando avances concretos en la transversalización del enfoque de género en las funciones más esenciales de nuestra labor. Otro aspecto clave es realizar los avances en infraestructura, para reducir espacios de riesgo y asegurar que la institución sea un entorno seguro y libre de violencia para todas y todos.”

Por su parte, Caro destaca la necesidad de fortalecer las capacidades institucionales para garantizar la sostenibilidad de los cambios introducidos. “Es fundamental dejar instaladas capacidades tanto en el CEDI nacional como en las sedes, así como en las áreas estratégicas vinculadas al desarrollo del proyecto, de manera que cada nuevo proceso, proyecto o iniciativa que se inicie o continúe, cuente desde el inicio con una visión que integre las necesidades y particularidades de nuestra comunidad educativa, tanto para hombres como para mujeres.”

Durante la cuenta anual telemática, los participantes destacaron los significativos avances y desafíos del proyecto FDI y coincidieron en que este se ha convertido en un referente en la incorporación de la perspectiva de género en la educación superior.