Influenza Aviar: un riesgo persistente e inminente

La Influenza Aviar corresponde a una enfermedad viral de alta patogenicidad, descrita por primera vez en 1996 en aves de corral en China, observando su capacidad de cruzar la barrera de interespecie e infectar a los seres humanos, posteriormente el virus se extendió a regiones de Europa, África y Norteamérica a través de las aves migratorias.

Actualmente la Influenza Aviar (H5N1) es de gran relevancia y preocupación en la salud pública mundial, esto debido a que corresponde a un microorganismo de carácter zoonótico, cuando afecta a los seres humanos los síntomas pueden ir desde una infección leve de las vías respiratorias superiores con fiebre y tos, hasta una neumonía grave con dificultad respiratoria aguda, shock e incluso en algunos casos muerte, lo que genera especial atención y preocupación social.

El riesgo de contagio es el contacto con aves infectadas e incluso el contacto con otras especies animales, las cuales actualmente también están siendo infectadas por este virus, como son bovinos, porcinos, y otros mamíferos silvestres y domésticos, lo que implica, que el virus de la Influenza Aviar es altamente adaptable para ingresar y contagiar a diferentes animales, no solo aves y eventualmente seres humanos. Es importante considerar que similar a otros virus, su capacidad de mutación es alta, por lo que las cepas pueden variar rápidamente en el tiempo, haciendo complejo el proceso de inmunización. Estas características hacen que esta enfermedad imponga un desafío cada vez más alto para las entidades públicas, privadas y el sector productivo, como también es necesario inyectar mayores recursos para generar investigación asociada a este virus en particular.

Esta enfermedad también es relevante porque es altamente infectocontagiosa, provocando que los posibles brotes se diseminen rápidamente provocando muerte masiva de animales, principalmente la muerte de aves silvestres y pérdidas importantes en los planteles avícolas, impactando también a la economía del país, afectando la producción de carne y huevos, lo que a mediano plazo generará un alza en los precios de estos importantes productos alimenticios. La vigilancia epidemiológica y las medidas de bioseguridad del país son las herramientas fundamentales, comprendiendo que la vía de ingreso del patógeno es principalmente debido a las aves migratorias, las cuales toman contacto con otros animales, como son aves de traspatio, aves de producción que no cuenten con rigurosas medidas de bioseguridad o la producción de aves libre de jaulas (cage free o free-range).

Dentro de la vigilancia, es importante mencionar que corresponde a una enfermedad de notificación obligatoria y ante cualquier hallazgo de encontrar aves muertas, debe ser inmediatamente reportado al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), evitando tocar a los cadáveres. Además, si las aves presentan síntomas como descoordinación, plumaje erizado, respiración dificultosa con secreciones nasales, diarrea, menor producción de huevos (con cáscaras blandas o deformes), también se debe tomar contacto con el SAG informando de manera preventiva de esta situación.

Con los nuevos casos que se han reportado en Estados Unidos y Canadá, es inminente pensar en que cabe una gran probabilidad que aves migratorias del hemisferio norte lleguen hasta nuestro país trayendo de manera activa el virus, y esto estará sucediendo de manera cíclica, por lo debemos estar preparados en el ámbito zoosanitario, reforzar nuestras medidas de vigilancia, ser rigurosos en las medidas de control de este virus, y estar atentos a posibles brotes de Influenza donde toda la comunidad debe hacerse participe generando rápidamente la notificación correspondiente, evitando que el virus se propague y que afecte a la producción animal, como también a la salud humana.

En este aspecto la triada de “Una Salud” o “One Health” vuelve a recordarnos desde la pandemia del COVID, la necesidad de los equipos interdisciplinarios, y la consciencia social y comunitaria para enfrentar problemáticas que afecten la salud humana, salud animal y salud medioambiental de manera holística; cuando se trabaja en conexión con este concepto, podemos hacer frente a riesgos biológicos como es la Influenza Aviar.