Alumnos de distintas carreras se trasladaron hasta el sector Pueblo Nuevo de la capital de La Araucanía, para entregar un grato momento a las ancianas.

Un Día de la Madre con música, entretención y, lo más importante, con una dosis grande de cariño, fue el que brindaron estudiantes de diversas carreras de la UST Temuco que cursan la asignatura de Responsabilidad Social Universitaria, a las abuelitas del hogar de ancianos San Vicente de Paul.

Con globos, bailes, karaokes y una once especial, los jóvenes llegaron a este recinto fundado en el año 1932, el que actualmente atiende a 42 mujeres de la tercera edad provenientes de Temuco y distintas comunas de la región de La Araucanía.

Dentro de la actividad los estudiantes también realizaron la entrega de artículos de primera necesidad a los encargados del hogar, los cuales se recolectaron en el marco de una campaña solidaria que se realizó durante este mes en la casa de estudios superiores.

La directora del hogar de ancianos San Vicente de Paul, Gladys Aedo, señaló: “Estos momentos son bonitos para ellas, porque estas abuelitas muchas veces están solas, sin ninguna compañía, entonces significa una inyección de energía”.

Conociendo una nueva realidad

Los estudiantes también valoraron esta iniciativa que les permitió estar en un lugar que muchos no tenían la oportunidad de conocer y realizar una labor social alejada de las aulas.

“El paseo acá es una instancia distinta a lo que uno ve diariamente en la universidad. Es un plus por el hecho de que no solo nos dedicamos a lo académico, sino que también podemos hacer otras actividades y que valen la pena”, indicó Jorge Guevara, alumno de tercer año de la carrera de Tecnología Médica.

Esta iniciativa de labor social estuvo a cargo de Jeannette Alday, docente de la cátedra de Responsabilidad Social Universitaria de la UST, quien puntualizó: “Desde el año 2007 realizamos este tipo de actividades y otras similares como parte de la formación integral de nuestros estudiantes. Creemos que acompañar a personas vulnerables, que necesitan apoyo afectivo y atención, nos enriquece a todos. Nos alegra poder satisfacer, en este caso, a las abuelitas del hogar, que lo único que desean es un rato de compañía y alegría, como el que le brindaron nuestros estudiantes”.