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Estudiante de CFT Santo Tomás desarrolla colmena inteligente para enfrentar el cambio climático en La AraucaníaRoboterapia: académicas de UST impulsan uso de mascotas robot en residencias de personas mayores

Ante el envejecimiento acelerado de la población, un equipo de académicas de Terapia Ocupacional de Santo Tomás Concepción lidera una iniciativa pionera de innovación social que implementará mascotas robot terapéuticas en residencias de larga estadía.
A principios de 2025, el Instituto Nacional de Estadísticas anunció los primeros resultados del Censo, en el que se presentó la tendencia al alza del envejecimiento de la población, aumentando el porcentaje de personas de 65 años o más de 6,6% en 1992 a 14% en 2024.
Este índice es una medición que evidencia que la sociedad requiere satisfacer nuevas necesidades. Entre las nuevas demandas detectadas por las entidades públicas, se encuentra una gran cantidad de personas mayores con diversidad funcional, pero también un aumento de personas mayores con grados de dependencia variables que requieren cuidados, por lo cual también aumenta el número de personas cuidadoras.
Incluso, gran parte de los cuidadores del país son a su vez mujeres mayores, quienes asumen el rol de cuidadores(as) de otras personas mayores. La creciente necesidad de cuidados, sumado a las pocas redes de apoyo para los cuidados domiciliarios en el país, ha generado un creciente aumento de la demanda para acceder a Residencias de Larga Estadía para Personas Mayores.
Una de las patologías altamente prevalente en este tipo de residencias son las demencias, las cuales se estima afectan a un 5 a 8% de las personas entre 65-70 años, un 15 a 20% en los mayores de 75 años y de 25 a 40% en los mayores de 85 años. Carolina Medina, académica de Terapia Ocupacional sede UST Concepción Magíster en abordaje de Personas Mayores y Envejecimiento, ha dedicado gran parte de su carrera al abordaje de las demencias, desarrollando experiencia y especializándose en síntomas neuropsiquiátricos, especialmente mientras formó parte del equipo multidisciplinario de uno de los dispositivos regionales asociados al Plan Nacional de Demencias, impulsado por MINSAL.
Entre la experiencia clínica y la investigación, pudo conocer distintas terapias innovadoras con evidencia en otros países, entre ellas el uso de mascotas robots para el abordaje de los síntomas psicológicos y conductuales, las cuales pudo conocer de manera presencial el año 2023 en el Congreso Nacional de Geriatría y Gerontología y luego gracias a una visita local que realizó una académica de la Universidad Rey Juan Carlos de España, que se encontraba de visita en otra universidad de la capital regional.
En ese recorrido, Carolina junto a María Belén Medina, Docente de la carrera de Terapia Ocupacional y las académicas Grace Peña y Yamilett Rival, quienes trabajan en residencias, una dependiente del SENAMA y otra a una ONG, se reunieron para llevar adelante la iniciativa de Innovación Social para implementación tres mascotas robots terapéuticos en residencias de larga estadía de la región durante el segundo semestre del 2025.
Consultadas sobre su motivación, Carolina Medina comenta que desde que es parte de Santo Tomás ha tenido presente el propósito institucional que se plantea en la Política de Vinculación con el Medio. “Poder generar mejores herramientas para los estudiantes, poder innovar y también poder mejorar la calidad de vida de las personas y de la comunidad”.
“Ambas somos innovadoras, creativas y siento que creemos y tenemos pasión por lo que hacemos. Lo más relevante también es bidireccional hacia el aprendizaje para nuestros estudiantes en cómo también pueden desde la tecnología aportar nuevas formas de abordar problemas cotidianos en el contexto de la rehabilitación” enfatizó.
En ese mismo sentido, María Belén reforzó que la idea es traspasar esta motivación a los estudiantes. “La idea es que se atrevan, que vean que ellos también pueden hacer cosas relevantes, que se den cuentan que no era tan difícil, no somos perfectos, probablemente vamos a equivocarnos, vamos a aprender, pero por algo se parte, por algo se inician estas iniciativas, por algo se van generando los grandes proyectos de beneficio para la comunidad”.
Durante el proceso de ideación, las académicas identificaron distintos factores y características que se perciben en residentes de estos establecimientos. “La sensación de soledad es parte de lo que perciben personas que viven en residencia. Sabemos que lo ideal sería poder tener mascotas reales, pero por normativas sanitarias no es viable y, además, se presenta otro riesgo es que una persona que se encuentre desarrollando algún síntoma psicológico con una manifestación conductual pueda ocasionar algún daño al animal por ejemplo en un contexto de idea delirante, lo que podría ser de riesgo tanto para la persona y como para el animal” comenta María Belén.
Este fenómeno no es asilado. De acuerdo con la última edición del Termómetro de Salud Mental, 16% de las personas encuestadas con más de 40 años declaró tener sentimientos de soledad, un indicador que va en aumento en distintos grupos etarios de la población, convirtiéndose la soledad en una emergencia de salud pública global, según la OMS.
Para Alejandra Jara, Directora de la Escuela de Terapia Ocupacional UST, el proyecto representa una valiosa adaptación local de una intervención que ha mostrado resultados positivos en países nórdicos. “La iniciativa contribuye a disminuir síntomas psicológicos y conductuales, favoreciendo un ambiente positivo tanto para residentes como para cuidadores, quienes experimentan una reducción en la sobrecarga y el malestar frente a situaciones complejas. En este sentido, la capacidad de las académicas para detectar esta necesidad y transformarla en una propuesta innovadora constituye un aporte concreto a la construcción de soluciones contextualizadas, con potencial de replicarse en diferentes espacios: residencias de larga estadía (ELEAM), entornos hospitalarios e incluso domicilios”.
La Directora de Escuela destaca que la evidencia internacional respalda el uso de terapias robóticas, mostrando que pueden disminuir entre un 20% y un 30% las manifestaciones psicológicas y conductuales asociadas a hospitalizaciones, lo que repercute positivamente en la salud y el bienestar general. “Además, los cuidadores adquieren herramientas efectivas que ayudan a reducir la percepción de sobrecarga, un factor clave para prevenir situaciones de vulneración y promover entornos de cuidado más saludables”, concluye.
Vinculación con actores territoriales
Impulsadas por responder a necesidades reales de equipos y residentes de ELEAM en la región, las académicas han mantenido una estrecha relación de trabajo con la Seremi de Salud del Biobío y la mesa de trabajo vinculada a Personas Mayores. “Encargado del área de Personas Mayores de la Seremi siempre nos ha mostrado su apoyo institucional en las actividades que hemos desarrollado en conjunto, tanto con ellos como con otros actores relevantes en la materia a nivel regional. Yo creo que este es un vínculo a largo plazo, con perspectiva de futuro” explicó Carolina Medina.
Por su parte, María Belén expresa su anhelo de fortalecer esta alianza para medir la contribución del proyecto y con esto aportar a las personas mayores. “Nos interesa vincularlo a investigación para ver cuál es el impacto, los resultados que puede tener esta prueba, porque finalmente la adaptación cultural es relevante en lo que vayamos a lograr, así nuestro foco es trabajar quizás con los servicios públicos, con equipos de geriatría, agrupaciones de cuidadores, que nos permita probar la implementación de estas tecnologías y cómo favorecer su uso en favor de las personas mayores, las cuidadoras y también para los equipos de salud”. 
Entre sus experiencias laborales, las académicas también comentan su interés en aportar con herramientas a cuidadoras(es), producto de la sobrecarga en su labor diaria en residencias. “También queremos abordar la necesidad de entregar mas herramientas a los cuidadores(as) formales de residencias y a los informales que cuidan en sus casas y comunidades. Las personas cuidadoras se pueden ver beneficiadas si favorecemos la entrega de herramientas que les permitan resolver necesidades cotidianas. Como comunidad tenemos la responsabilidad de brindar apoyos y aportar a disminuir la sobrecarga de los cuidados”.
Investigación e internacionalización: una alianza que cruza fronteras
En el camino por impulsar la roboterapia en Chile y en regiones, las académicas anunciaron que actualmente han establecido un vínculo con la Dra. Cristina Perdomo, académica de la Universidad Rey Juan Carlos de España, quien cuenta con amplia experiencia en tecnologías de asistencia y robótica aplicada a la rehabilitación. La especialista ha liderado iniciativas similares tanto en Chile como en el extranjero, y se sumará al equipo para el pilotaje en la capital del Biobío.
“Queríamos contar con su asesoría desde la experiencia y expertise, por lo que la contactamos para invitarla a colaborar y que nos pudiese capacitar y orientar. Sin embargo, nos fue mejor de lo que pensábamos, ya que la Dra. Perdomo se mostró muy entusiasmada en participar con nosotras en el proyecto, surgiendo también la oportunidad de colaborar con la Universidad Rey Juan Carlos en investigación. Nos alegra poder contar con este apoyo, ya que genera la posibilidad de favorecer vínculos de internacionalización con nuestra universidad”, comentó Carolina Medina.
Por su parte, María Belén Medina destacó el rol clave que tendrá la especialista en el proceso: “Ella será un apoyo fundamental en la implementación, entregándonos capacitación y recomendaciones para el uso adecuado de la tecnología. Su experiencia, sumada a la del equipo local, nos permitirá llegar de buena forma a cuidadores y residentes, además de ampliar la mirada hacia nuevos escenarios y espacios de implementación”.
Mientras que Alejandra Jara manifestó que la colaboración con la Universidad Rey Juan Carlos representa una oportunidad inédita en el país. «La participación activa de la Dra. Perdomo en la implementación del proyecto en Chile no solo fortalece el proceso técnico, sino que también abre nuevas posibilidades de investigación aplicada y formación profesional. Esta alianza internacional permite combinar experiencia global con la realidad local, generando un modelo replicable que aporta al bienestar de las personas mayores y al desarrollo de la innovación social en el país».
Entre los próximos desafíos, las académicas expresaron su interés en vincularse con otras sedes de Santo Tomás y con la Escuela de Terapia Ocupacional para escalar el proyecto a nivel nacional. “Tenemos todo un desafío como universidad: fortalecer las herramientas para el abordaje de las personas mayores y traspasar durante la formación herramientas concretas a los estudiantes, porque ellos serán los profesionales que permitirán enfrentar los desafíos que el envejecimiento poblacional plantea al país”, finalizó Medina.

