EN JORNADA ODONTOLÓGICA SANTO TOMÁS LOS ÁNGELES

Efraín Rojas, Presidente de ALOPE: “La atención de personas especiales implica un espectro amplio de pacientes y condiciones”

En su paso por la capital provincial de Biobío, el profesional expuso respecto a las implicancias de trabajar con personas que padecen fobia al Dentista. Todo ello, en una actividad impulsada por la carrera de Técnico en Odontología de Santo Tomás Los Ángeles.

 

Desde Santiago, viajó a la capital provincial de Biobío para exponer en una jornada odontológica organizada por la carrera de Técnico en Odontología de Santo Tomás Los Ángeles.

El presidente de la Asociación Latinoamericana de Odontología para Pacientes con Necesidades Especiales (ALOPE), Efraín Rojas, no sólo abordó el tema de quienes padecen de pánico al momento de ir al dentista, sino que -además- cómo trabajar con ellos.

En su paso por Los Ángeles, destacó la realización de este tipo de iniciativas, agregando que la formación de cualquier profesional debe continuar durante toda la vida. “Siempre hemos pensado que Santiago lleva, muchas veces, el centro de todo ese estudio, de todo ese desarrollo, y muchos colegas nos pedían que viniéramos a regiones para estudiar, compartir conocimientos, experiencias y aprendizaje y eso es lo que estamos haciendo”, expresó el Cirujano Dentista.

Asimismo, agregó que su deseo es que más personas puedan capacitarse en el manejo de la discapacidad y de pacientes complejos, transformándose en uno de los desafíos de la institución que representa. Además, destacó el hecho de que Santo Tomás Los Ángeles incorpore una formación completa dentro de sus lineamientos, de acuerdo a las realidades o necesidades actuales de la sociedad.

Durante su exposición, abordó el manejo de todo lo que es el miedo y ansiedad. En este contexto, sostuvo que la mayoría de la población tiene miedo de ir al dentista; sin embargo, existe un grupo menor que le tiene fobia.

Esto último, agregó, se trata de una respuesta irracional ante una situación generada por una experiencia traumática, por vivencias o situaciones pero que, a veces, también puede ser generado por la imaginación, por creencias o por miembros de la familia o amigos que asustan a las personas con la tan necesaria ida al dentista.

Todo ello, puntualizó, va generando construcciones en el cerebro de las personas que son equivocadas porque la realidad muestra que, si bien un pinchazo es molesto, no tiene que ser visto como algo terrible como suele suceder en la construcción mental de las personas que padecen alguna fobia, dejando de acudir al dentista.

-En base a su experiencia, ¿cómo se identifica a aquellos pacientes que tienen fobia al dentista?

Entre un 3 y un 5% de la población tiene algún tipo de fobia. Hay muchos tipos: a los ratones, a volar, a diferentes situaciones y el dentista es una de ellas también.

En general, la fobia al dentista se identifica -primero- realizando un diagnóstico para determinar si hay una persona fóbica; hay instrumentos para medición desde el punto de vista profesional que determinan cuándo se considera una persona fóbica y cuándo no.

Desde el punto de vista del diagnóstico clínico, una persona que busca que le hagan atención dental bajo sedación o anestesia general para resolver sus problemas bucales, no es una persona que sea capaz de enfrentar de manera normal al dentista, sino que -probablemente- lo hace para evitar todo el sufrimiento que, para ella, lo es.

Ahora, desde el aspecto de la odontología se debe ir por el lado de la llegada a la persona, no solamente resolver sus problemas dentales, sino que resolver el problema de la fobia y, con eso, probablemente vamos a lograr atenderla sin problemas.

-Como profesional del área, ¿cómo se trabaja con pacientes que, efectivamente, presentan una fobia cada vez que deben ir al dentista?

En general, la atención de personas especiales implica un espectro amplio de pacientes y condiciones, de discapacidad, geriátricos y postrados, etc.; entre ellos, está el grupo en el que se encuentran los fóbicos.

Por un lado, ayudarlos va desde la reeducación y, por otro, desde el aprendizaje, a realizar un buen manejo comportamental y un mejor vínculo terapéutico que las evite.

Cuando ya está presente (la fobia), habrá que realizar un trabajo destinado a la persona a superar el problema, realizando una odontología a la altura de sus necesidades; también, que no sea vista como un elemento de riesgo para ella sino como algo, quizás, más soportable, vivible y tolerable.

-En este sentido, el papel del profesional es fundamental para lograr mitigar esta fobia o evitarla.

Las personas ya tienen un miedo incorporado, todos manejamos un poco de miedo. Sólo cuando se exacerba, se descontrola por alguna situación, la persona vive con ese miedo y no es capaz de salir, requiriendo ayuda profesional.

Mucho antes, se pensó que era solamente la psicología (la que debía abordar el problema) pero, en la actualidad, es necesaria la integración de disciplinas porque el psicólogo no tiene un equipo dental, no tiene los olores, las anestesias, las agujas, por lo que debemos trabajar en equipo. Por eso es importante aplicar conocimientos desde la psicología a la odontología, para ayudar a este tipo de pacientes.

– ¿Qué es  lo más complejo de trabajar con pacientes con fobia?

Quizás, lo más complejo es el aprender a cambiar la percepción porque muchos de ellos quieren sedación, anestesia general para evadir el miedo y así resolver el problema de los dientes; lo importante es aprender a encontrar un mecanismo para que las personas se abran, a que esa situación de fobia -con el miedo severo, que no es un miedo racional, sino que irracional- puede ser cambiado por una conducta normal.