No hay vacaciones para los voluntarios de Santo Tomás Talca

Bastó que comenzara la emergencia en la Región del Maule a raíz de los incendios forestales, para que los alumnos de Santo Tomás Talca se reunieran y pusieran en marcha lo que denominaron como “Voluntariado de Emergencia”.

El objetivo fue uno solo: ir en ayuda de aquellas personas que perdieron todo producto del violento paso del fuego. Para ello lo primero fue comenzar a juntar ayuda, fue así como durante el mes de enero la primera parada fue en el sector de Colín, donde varias familias resultaron damnificadas.

Posteriormente se montó un Centro de Acopio en el frontis de la Sede Carlos Schorr, donde toda la comunidad de la ciudad de Talca acudió a colaborar con artículos de primera necesidad como útiles de aseo, agua, alimentos no perecibles y enseres para el hogar.

De acuerdo a lo señalado por el líder de los voluntarios y estudiante de cuarto año de Nutrición y Dietética de la UST, Alexis Labra, a medida que se reunían aportes viajaban a la zona afectada en busca de personas que necesitaran ayuda.

“Sabíamos que todo llegaba a las personas que estaban a orilla de la carretera, por eso nos propusimos recorrer hacia el interior donde nadie llegaba. Así pudimos entregar ayuda a muchas familias que lo necesitaban y donde nadie más había ido”, comentó.

Para cumplir con esta labor contaron también con el respaldo de Santo Tomás, quienes pusieron a su disposición vehículos 4X4 que les permitieran acceder a las zonas más apartadas. Además alumnos de Los Ángeles también se sumaron en esta tarea.

“La última semana estuvimos trabajando con Rescate Andino para llegar a distintas localidades. Estábamos a disposición para ayudar en lo que se necesitara”, agregó.

De esta forma además de entregar alimentos, agua y útiles de aseo, los voluntarios realizaron actividades para los niños, ayudaron en la limpieza de terrenos donde las casas habían sido destruidas por el fuego y cargaron madera para comenzar con la reconstrucción.

Por lo mismo intentaron plasmar en los damnificados su propio lema que rezaba “Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano”. Frase que además escribieron en una polera del voluntariado que colgaron en el lugar exacto donde murió el bombero de Talagante, Hernán Avilés, como homenaje para quien se convirtiera en el símbolo de la tragedia.

Aunque las metas que se propusieron ya están cumplidas, los voluntarios ya se preparan para el regreso a clases en marzo, ocasión en la que pondrán nuevamente todas sus energías en colaborar con las tareas de reconstrucción para las mismas familias a las que ayudaron en la primera parte de la emergencia.