Mediante juegos, escolares aprendieron nociones de programación informática en IP Santo Tomás La Serena

Dando instrucciones para que personajes del famoso juego Angry birds se moviesen dentro un laberinto, un grupo de niños y jóvenes del colegio San Lorenzo de Coquimbo aprendió algunas claves básicas de programación informática, instancia lúdica desarrollada en el marco de la iniciativa La Hora del Código.

La jornada de aprendizaje tuvo lugar, por segundo año consecutivo, en el Instituto Profesional Santo Tomás de La Serena, lugar donde el Área de Informática facilitó sus laboratorios en su calidad de Embajadora de La Hora del código, campaña mundial impulsada por la corporación code.org de Estados Unidos y que pretende que todas las personas aprendan a programar de forma fácil y entretenida.

«(…) resulta relevante que la ciudadanía sepa que puede adquirir el denominado pensamiento computacional: la lógica para resolver problemas en consideración a que hoy la sociedad se mueve en base a una plataforma digital, y por ello creemos que no sólo es importante utilizar la tecnología, sino que también comprenderla».  Paulina Pizarro, docente de Informática.

Esta iniciativa es organizada en el país por la Fundación Kodea, Ucorp y la Subsecretaría de Economía, en alianza con Code.org, organización sin fines de lucro dedicada a expandir el acceso a las ciencias de la computación a nivel mundial.

Resolver problemas

La docente del Área de Informática del IP Santo Tomás La Serena, Paulina Pizarro López, comentó que resulta relevante que la ciudadanía sepa que puede adquirir el denominado pensamiento computacional, “es decir, la lógica para poder resolver problemas, en consideración a que hoy la sociedad se mueve en base a una plataforma digital, por ello creemos que no sólo es importante utilizar la tecnología, sino que también comprenderla para poder sacarle total provecho”, resalta.

Respecto a esta jornada, la experta explicó que en el ámbito escolar se enseña a programar mediante la plataforma scratch, “donde se trabaja a través de módulos donde los niños se deben ir desplazando, y a la vez, se va mostrando el código que vas generando, trabajo que permite adquirir la estructura y secuencia lógica para resolver un problema”.

Asimismo, la académica subrayó que no se requieren habilidades especiales o conocimientos previos, “pues es una competencia que se adquiere, y para ello sólo bastan las ganas y estar al tanto de diversas iniciativas gratuitas que buscan enseñar a programar, como es el caso de La Hora del Código”.