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María Luisa Córdova: “Mamerta” es un libro de crítica social, bien aguda en torno a la maternidad”
María Luisa Córdova (31) es Periodista. Reside en Antofagasta y este año, por primera vez viajó más de 1.800 kilómetros para presentar en Los Ángeles, la tercera edición de su libro “Mamerta: bitácora de campo de una madre desnaturalizada”, en el marco de la Feria del Libro y las Artes 2018 de Universidad Santo Tomás y que tuvo lugar, entre el 22 y 25 de noviembre.
En entrevista nos relató sobre este llamativo título y cómo fue que, producto de sus reflexiones publicadas en Facebook en torno a sus diferentes vivencias desde la maternidad, nació este libro que ya cumple un año desde su lanzamiento y que se encuentra disponible en todas las librerías del país.
María Luisa, ¿Cómo se conforma el relato que da origen a “Mamerta”?
Mamerta es la historia de mi embarazo y mis dos primeros años de maternidad con Lorenzo, mi único hijo quien hoy tiene cuatro años.
Ocurrió que decidí ser mamá y mientras estaba embarazada me arrepentí de la decisión que había tomado. A muchas personas les pareció un poco crudo que lo dijera, de hecho, comentaban que a todas les pasaba, pero que eso no había que decirlo.
Hubo una serie de recriminaciones personales, muchas construcciones sociales muy perversas que estaban todo el tiempo atacándome, montón de gente que me decía cómo tenía que hacerlo en la pega de mamá y experimenté muchos miedos, por la culpa heredada y esos comentarios que te tiran para abajo. Así, por ejemplo, “si eres mamá no puedes dormir, no puedes dejar que tu hijo que tiene dos meses se vaya con su papá”.
Cuando estaba embarazada traté de buscar literatura que me fuera inspiradora, con la que yo pudiera subirme el ánimo, pero no encontré nada, sólo manuales muy utópicos de la mujer embarazada perfecta, que no siente culpas, que está feliz, que hace yoga y tiene tiempo para hacer todo en la casa y no llora. Yo no me sentía ese tipo de mujer y entonces con la guata gigante y muy triste, me puse a escribir cómo me sentía, desde lo social, del trato, de mi cuerpo.
Empecé a publicar en Facebook, pequeños relatos sobre lo que yo vivía y me daba cuenta de que muchas mujeres se sentían identificadas, así es que me empezaron a pedir que lo editara público para compartir los textos con otras personas. Así se empezó a viralizar y fue ahí cuando una editorial me contactó y me animó a hacer un libro con todas estas publicaciones que llevaban meses apareciendo. Así nació Mamerta, pero nunca fue pensado como un libro.
¿Qué situaciones podemos encontrar en el libro?
Es un compendio de mis pensamientos, reflexiones y vivencias, pero escritas con mucha ironía. Hay humor negro e irreverencia; es una crítica social bien aguda en torno a la maternidad. También rescato cosas positivas, pero en general hablo del embarazo como un proceso solitario, en el que se está acompañada, pero al mismo tiempo una se siente súper sola y asustada.
¿A quién está dirigido?
Siempre he dicho que va dirigido a todo público, porque todas las personas estamos siempre en contacto con la mujer embarazada. A los hombres les ha gustado mucho, porque así pueden entender un poco a las mujeres que nos volvemos locas en esos momentos. También hay mujeres que no tienen hijos y que no van a tener hijos, a las que les ha encantado el libro y lo regalan. Eso para mi es el mejor halago. Por supuesto, va también para las madres primerizas, porque se pueden sentir acompañadas.
¿Es para las jóvenes también?
Si, de hecho, en estos momentos estoy trabajando en un proyecto que se llama diálogos en movimiento. El gobierno pone a disposición de las alumnas de colegios vulnerables de mi región de Antofagasta, una cantidad de libros que se entregan gratuitos. La idea es que ayuden a que las mujeres empiecen a tomar buenas decisiones en torno a la maternidad.
¿Por qué elegiste el concepto “Mamerta”, para titular el libro?
Pese a que se llama Mamerta, no se relaciona con una persona tonta. Este concepto tiene el prefijo “mam” de mamá y se relaciona con que uno siempre siente culpa y uno siente que lo está haciendo mal.
El título lo propone mi Editor, que ha sido amigo mío de toda la vida. Yo tenía mucho miedo porque la gente iba a empezar a decir que se trataba de una persona “tonta”, pero prendió en las redes sociales, pese a que muchas mujeres me atacaron.
También llama la atención el título de la bajada del libro, ¿por qué “Bitácora de viaje de una madre desnaturalizada”?
“Bitácora de campo” porque me permití hacer una crónica con detalles personales vinculados con episodios sociales y culturales. Es un relato súper honesto, que transita entre el drama y la comedia. Me causa mucha alegría cuando la gente dice que ha llorado de la risa con el libro.
Ahora, con “madre desnaturalizada”, no me refiero a despreocupada, sino a que yo voy en contra de la naturaleza. Me refiero a que vivo y muero por mi bebé, por ejemplo, el elefante mamá si no puede salvar a su bebé, lo deja y sigue adelante porque tiene que seguir preservando la especie, yo en cambio, me tiro al barro a salvar a mi bebé. Pese a mi naturaleza, pese a que quiero mi independencia y quiero mi libertad, yo doy mi vida por mi bebé.
¿Sientes que tu libro puede enseñar a las mamás?
No, yo aprendo de ellas. Todos los días voy aprendiendo. No tengo autoridad para decir que soy una mamá ejemplar que escribió un libro sobre cómo se debe actuar en el proceso de la maternidad. Para nada, pero sí siento que las personas se han sentido identificadas con este relato, que es honesto, que transita entre la trama y la comedia, que es cotidiano y que tiene aristas sociales que son fáciles de identificar, en todas partes.
Para calmar la ansiedad del lector, ¿puedes darnos algún ejemplo de las historias que contiene el libro?
Por ejemplo, hay un capítulo en el que hago un repaso muy detallado de mi baby shower, al que fueron 50 o 60 personas y estaban todos curados. Yo sólo quería tomar un fanshop, y no podía y nadie tuvo conciencia de eso, entonces me dio pena y fui súper pesada, ya que todo el mundo lo estaba pasando bien y yo no me podía levantar de la silla. Escribí eso y lo publiqué en redes sociales y me trataron mal, pero como no existe la mala publicidad, igual fue positivo.
¿Te arrepientes de haber sido mamá?
No, ya no, de hecho, me inspiró muchísimo. Eso sí que me quedaré sólo con Lorenzo. Pero fue entretenido exponer esta crudeza con honestidad, que me llegaran coletazos de vuelta, y así darme cuenta de que hay una serie de construcciones sociales que están todo el tiempo culpándote de decisiones que uno toma. Por ejemplo, no poder ser honesta de decir, “no quiero ser mamá o si quiero ser mamá o decidí ser mamá y me arrepentí”. A las mamás de ahora que dicen “no voy a ser mamá, no quiero ser mamá y nunca voy a ser mamá”, las respeto y valoro muchísimo.