El proyecto “De plásticos a la vida verde” fue desarrollado en el marco del Programa Vigilantes Ambientales, impartido por el Departamento de Ciencias Básicas como parte de sus acciones de Vinculación con el Medio. 

La actividad constó de reutilizar botellas plásticas convirtiéndolas en maceteros, para luego ser decoradas y pintadas con diseños culturales, utilizándolas para que cada niño plante un árbol y pueda llevarlo a casa. De esta manera, la iniciativa, que se implementó en el Jardín Infantil Pelusita y en la sede de la Junta de Vecinos uno de Villa Carlos González, trascendió la sala de clases y logró cumplir exitosamente el objetivo propuesto.

Previamente en colaboración, el profesor del curso, Diego Urbina; la Fundación Adopta un Árbol Nativo; las estudiantes Ignacia Hernández (Fonoaudiología), Scarlett Jara y Francisca Rebolledo (Medicina Veterinaria) realizaron tareas de difusión de su iniciativa.

Vigilantes Ambientales, Programa de Vinculación con el Medio de la Universidad Santo Tomás (UST) Talca, a través de la iniciativa “De plásticos a la vida verde” puso en práctica la búsqueda de soluciones que aporten en problemas medio ambientales que afecten local y regionalmente. Así, se evidenció que el trabajo realizado académicamente, unido a la comunidad cumple objetivos y produce un impacto positivo de cara a las problemáticas, generando consciencia respecto al tema y fortaleciendo lazos con la comunidad involucrada.

La directora del Departamento de Ciencias Básicas de la casa de estudios superiores, en sede Talca, Karen Balboa, enfatizó en el buen funcionamiento del trabajo realizado por estudiantes de nivel superior para con la comunidad. “Con iniciativas como esta buscamos que la formación de nuestros estudiantes trascienda de la sala de clases y tenga un impacto directo en la sociedad y el medioambiente”, dijo. 

Asimismo, las palabras del presidente de la Fundación Adopta un Árbol Nativo, reflejan que el compromiso de los estudiantes en sus labores puede hacer cambios en estos ámbitos. “Como fundación, nos enorgullece acompañar esta iniciativa aportando con las especies nativas que, además de ser plantados por la comunidad, fortalecen la educación ambiental y la recuperación de nuestros ecosistemas locales”, expresó.

Se espera que este tipo de iniciativas sea cada vez más recurrente entre los estudiantes, ya que logra acompañar colaboraciones con organizaciones locales y demuestra que el trabajo realizado académicamente puede generar resultados y un impacto positivo en la comunidad frente a problemáticas medioambientales.