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Jornada de Salud Bucal con adultos mayores realizan alumnos del Centro de Formación Técnica de Santo Tomas OsornoMAGISTRADA CHILENA EN TORNO A LA VIOLENCIA OBSTÉTRICA
“En Chile falta avanzar en materia de eliminación de violencia obstétrica o de derecho al parto respetado”
En entrevista, la profesional dio a conocer los tipos de violencia obstétrica más comunes en nuestro país.
En el marco de la Conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en el auditorio de Santo Tomás Los Ángeles fue llevada a cabo una jornada de reflexión y conversatorio abierto a la comunidad, sobre la “Violencia contra la Mujer”.
La actividad estuvo a cargo de la carrera de Derecho de Santo Tomás Los Ángeles, en conjunto con la Comisión de Derechos Humanos y Género de la Asociación de Magistrados de Chile, el Centro de la Mujer Los Ángeles, la Asociación de Magistradas Chilenas y la Asociación Regional de Magistrados de Concepción, Bio Bio y Arauco; todos actores quienes llevaron adelante como centro de la discusión, las temáticas “Aspectos generales de la Violencia de Género”, “Violencia Obstétrica” y “Acoso sexual en el Trabajo”.
Violencia Obstétrica
Respecto a la realidad nacional existente en cuanto a Violencia Obstétrica, según María Geraldine Aguirre Belmar, Secretaria del Primer Juzgado de Letras de Coronel, relatora interina de la Corte de Concepción y miembro de las Magistradas Chilenas, en Chile falta avanzar en materia de eliminación de violencia obstétrica o de derecho al parto respetado, pese a las innumerables denuncias generadas durante los últimos años.
El artículo segundo de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer «Convención de Belem do Para» ha definido Violencia Obstétrica como, “Toda conducta, acción u omisión, realizada por personal de la salud, que de manera directa o indirecta tanto en el ámbito público como privado, afecte el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres y que se expresa en un trato deshumanizado, un abuso de medicalización, patologización de procesos naturales y tiene como consecuencia la pérdida de autonomía y de capacidad de decidir libremente sobre el cuerpo, sobre la sexualidad y que impacta negativamente en la calidad de vida de las mujeres”.
En esta línea, “ha habido situaciones que han generado reactivar la discusión este último tiempo, por ejemplo, en agosto de este año, en Iquique una mujer perdió a su hija. Llegó a atenderse con 40 semanas de embarazo y fue enviada a casa en más de una oportunidad. Con posterioridad fue trasladada al Hospital Regional y ahí su hija Trinidad nació muerta por sufrimiento fetal. Esta situación generó que se renovara la discusión, sobre la necesidad de una ley sobre parto respetado o eliminación de violencia obstétrica. Esta iniciativa se llama Ley Trinidad” explicó la Magistrada.
Denuncias frecuentes en Chile
¿hospitalizada en el pasillo, sin recibir atención médica? ¿hospitalizada alejada del servicio de ginecología y obstetricia? ¿le escondieron el timbre bajo el colchón? ¿recibió maltrato verbal y físico? ¿le negaron la anestesia? ¿experimentó abuso sexual? ¿le practicaron procedimientos médicos sin su consentimiento? ¿le practicaron episiotomía? ¿presionaron su consentimiento para practicar una cesárea o estimulación con hormona sintética respecto de la dilatación? ¿violaron su privacidad en el trabajo de parto? ¿vivió la retención del paciente, mamá o hijo, por no pago de la cuenta? ¿le aplicaron técnicas dañinas, como el uso de la maniobra de kristeller para expulsión del bebé?
La abogada mencionó que lo anterior son algunos de los casos de violencia obstétrica denunciados en Chile. Adicional a ello existen otros reclamos realizados por mujeres durante toda la labor de parto. Así, por ejemplo, que estuvieron en ayuno, que las mantuvieron acostadas y que fueron aceleradas.
“Según estadística del año 2015 obtenida de nueve hospitales públicos de Chile, el total nacional en cuanto a la incidencia de cesárea fue de un 19,8%, por sobre lo recomendado en la Organización Mundial de la Salud, que establece que las cesáreas no excedan el 15% de los partos en un país», indicó Aguirre Belmar.
En cuanto a alimentación durante la labor de parto, el total nacional 81,5% de personas que estuvieron en trabajo de parto no tuvo ningún tipo de alimentación, ni agua, ni ningún tipo de ingesta” mencionó la profesional.
“En Chile lo que más se denuncia es ayuno, imposibilidad de desplazarse libremente y maltrato verbal”
¿Qué hacer cuando uno es testigo de maltrato hacia la mujer?
Depende del contexto. Si estás en una situación de calle, tú puedes hacer la denuncia. En cuanto a delitos que son sexuales, no siempre se puede hacer la denuncia por cualquier persona, se necesita la autorización de la víctima para que se haga la denuncia.
¿Y en este marco de la violencia obstétrica, a quién hay que acercarse?
Yo creo que ahí lo que hace la gente comúnmente es hacer el reclamo en la oficina de reclamos establecida generalmente en los hospitales o clínicas.
Pero la forma de judicializar estas situaciones es hoy día a través del procedimiento en Juzgado de policía local, por infracción a la ley de protección de los derechos del consumidor. Eso es lo que se ha hecho más habitualmente, salvo que haya situaciones que sean más graves y hayan generado, por ejemplo, lesiones en el cuerpo de la mujer. Ahí se puede hacer una demanda civil en un tribunal civil de indemnización de perjuicio, como juicio ordinario y perseguir el pago de indemnizaciones en dinero.
¿Son siempre rescatadas y consideradas las denuncias que están en los establecimientos?
La verdad es que no hay una política de trabajo de levantar una estadística de los casos de violencia. Sí hay hartas ONG que están trabajando en levantar esta estadística, pero no hay una sistematización de los datos, desde las instituciones públicas. Hay instituciones, como Chile Crece Contigo que insta a un parto respetado o un proyecto de parto, pero no hay una estadística de que esto se haga o no.
Ley Trinidad
Según tu apreciación, ¿Cómo debiera ser la legislación chilena ante este tipo de violencia?
Yo creo que nosotros debiéramos seguir lo que ha hecho Argentina y Venezuela, en el sentido de establecer prácticas que sean prohibidas y lo mismo para los derechos. Yo creo que eso nos sirve harto, desde el punto de vista educativo. Decirle a la gente, usted tiene derecho a esto, lo otro y lo de más allá. Eso funciona bastante bien y, además, porque la gente sabe qué es lo que puede exigir. Sabe lo que está prohibido y cuándo lo que te están haciendo es contrario a derecho. Yo creo que esa es una buena herramienta.
Hay un proyecto que no está en tramitación actualmente y hay una intención hoy día, a propósito de la mamá que no fue atendida en Iquique y perdió su guagua, que es la idea de crear un proyecto de ley que se llame Ley Trinidad, pero aún no hay un texto sobre ese proyecto.
¿No lo consideran grave?
Sí, lo que pasa es que hay una posición súper fuerte desde el gremio de salud. Hay una negación, derechamente. La Presidenta del Colegio de Matronas y Matrones niega la existencia del fenómeno.
¿Y desde el Ministerio de Salud?
Es que desde el Ministerio de Salud está en la política de promover el parto respetado y lo hace con el programa Chile Crece Contigo, pero en la práctica está el problema. De hecho, en hospitales públicos de Chile se han creado salas de atención integrales de parto, que incluyen tinas de hidroterapia, balón kinésico para que las mamás puedan caminar, Moverse o desplazarse si necesitan agua o cualquier tipo de atención, que no sea necesariamente la anestesia o analgesia.
¿Se ha avanzado en la construcción de un país que vele por la justicia y dignidad de la mujer?
Yo creo que sí, que está bien instalada la idea, pero hay poca educación o información respecto del contenido de los derechos, porque yo creo que cuando uno dice acceso a la salud, alguien puede decir todos los partos se atienden en hospitales y para alguien eso puede ser suficiente, pero a lo mejor acceso a la salud puede ser, que todas las mujeres tengamos derecho a un parto respetado y ese es un estándar distinto. Entonces yo creo que tiene que ver con cuál es el estándar que va a satisfacer nuestro nivel de cumplimiento, en torno a los derechos de las mujeres.
De los tipos de violencia obstétrica, ¿cuáles son los más denunciados?
En Chile lo que más se denuncia es ayuno, imposibilidad de desplazarse libremente y maltrato verbal. Que las traten mal, las infantilicen eso se denuncia bastante y el acoso es de parte de todo el equipo.
Señalas que no hay un registro o catastro, pero ¿crees que ha aumentado este tipo de violencia en Chile?
Yo creo que lo que ha aumentado es la cantidad de denuncias, porque uno va tomando conciencia de lo que es violencia en este caso, gracias a las ONG que trabajan en parto respetado. Cuando alguien nos dice “oye esto es violencia obstétrica”, ahí uno se da cuenta de que lo vivió, porque es súper invisibilizado este fenómeno.
¿Cuál es el mensaje hoy día para las mujeres?
Uno tiene que informarse y darse cuenta de que hay situaciones de mal trato, que nos afectan a todas, todo el día, no tenemos que permitirlo. Si hay una situación que a una le genere molestia, por ejemplo, un comentario de un profesor, un piropo falto de respeto en la calle, un ninguneo de un compañero, etc. Todas esas situaciones tenemos que representarlas, ahora yo no puedo poner en cada mujer sola en el mundo la obligación de sancionar esto porque es súper difícil luchar contra esta enorme construcción social que es el patriarcado. Pero es bueno darse cuenta de que existe la violencia de género, que está extendida en todas las actividades que nosotras realizamos y que somos víctima.
¿Crees que quizá se utiliza mucho la bandera de violencia de género, para fomentar el feminismo?
El feminismo es la ideología que pretende que el hombre y la mujer sean iguales, pero no podemos ser iguales si es que permitimos esta violencia y en el fondo la violencia es una forma de expresión de la discriminación. Eso es lo que pretende el feminismo, eliminar la discriminación. Cualquier otra idea que uno tenga sobre el feminismo no lo es, lo que pretende el feminismo es que hombres y mujeres podamos ejercer en plenitud todos los derechos que tenemos, porque esos derechos ya están consagrados, sólo que no podemos acceder a ellos en igualdad.