Facultad de Ciencias conmemora el Día del Suelo con exposición sobre hongos micorrízicos del desierto de Atacama

El evento contó con la participación del Dr. César Marín, académico y miembro del claustro del Doctorado en Conservación y Gestión de la Biodiversidad, y de Mateo Barrenengoa, documentalista con más de una década de experiencia en áreas como la conservación del patrimonio natural y cultural de Chile. 

 El pasado jueves 5 de diciembre se conmemoró un nuevo Día Mundial del Suelo (FAO), fecha elegida por la Facultad de Ciencias de la Universidad Santo Tomás para proyectar un video sobre el trabajo de campo realizado en el norte de Chile en torno a los hongos micorrízicos, es decir, aquellos hongos que viven bajo tierra y forman simbiosis con la mayoría de las plantas terrestres. 

 La primera persona en tomar la palabra fue la Dra. Carmen Espoz, Decana Facultad de Ciencias y Directora Centro de Investigación Bahía Lomas, quien señaló que aquel día «recuerda la importancia de proteger el suelo por varias razones», citando a la ONU al decir que «la supervivencia de nuestro planeta y de nosotros depende del vínculo con el suelo». 

Luego el Dr. César Marín comentó que esta expedición que hizo «financiado por una ONG que se llama la Sociedad para la Protección de las Redes Subterráneas, o SPUN, fundada por Toby Kiers en el año 2021, ONG que tiene por objetivo hacer un mapeo de la diversidad global de hongos micorrízicos». 

“Este trabajo con las comunidades indígenas no ha sido de un día para otro. Han sido casi dos años de trabajo, donde el primer año consistió en tener intercambios online por obvias razones, como clases, charlas de nosotros hacia ellos y de ellos hacia nosotros. Explicábamos, por ejemplo, sobre qué es el reino fungi, otra sesión sobre suelo, otra sesión sobre cambio climático. Y también sesiones donde nosotros les escuchábamos a ellos, cuáles eran sus preocupaciones, cuáles eran sus intereses”, añadió el Dr. Marín. 

Tras la exposición del video, se realizó una ronda de preguntas y respuestas donde se profundizó en algunos temas, como la relación respetuosa entre la investigación académica y los conocimientos de los pueblos originarios, así como también en algunos de los hallazgos de la expedición en la identificación de hongos en zonas previamente no estudiadas. Incluso, se comentó la sorpresa de encontrar hongos todavía no identificados. 

Sobre este tipo de instancias, donde la academia se puede acercar más al público general, el Dr. Marín comentó que es importante “dar a conocer la diversidad de nuestro propio país, de sitios que se asumen que están inertes, pero como lo vimos tienen una diversidad fabulosa”. 

«También ver esta integración de arte y ciencia, y cómo se puede narrar una bonita historia, cómo se pueden dar datos duros, pero con este enfoque artístico”, añadió el académico para luego comentar que toda la relación con los pueblos presentes en la zona fue consensuada gracias a un trabajo de años que les ha permitido generar una confianza fundamental. 

Por su parte, Mateo Barrenengoa señaló que era la primera vez que realizaba un trabajo de este tipo en el desierto, sumando que “siempre es un privilegio poder participar en actividades como esta porque como documentalista tengo la oportunidad de aprender muchísimo de los científicos y eso obviamente va enriqueciendo mi trabajo también” 

“Hace que los documentales tengan una profundidad más grande, sobre todo en este caso que tuvimos la oportunidad de contactar con comunidades locales y científicos al mismo tiempo y entregar un mensaje de manera artística”, agregó.