Estudiantes colombianas en Viña del Mar: “En el hospital veterinario estamos trabajando como profesionales”

  • Ana María Chavarro y María Paula Cárdenas llegaron desde la Universidad Unitrópico de Colombia a Santo Tomás Viña del Mar como parte de un programa de intercambio.

“Viña del Mar es muy lindo, el único problema es el clima. Hace muchísimo frío”. Ana María Chavarro y María Paula Cárdenas llegaron de intercambio desde la Universidad Unitrópico de Colombia a Universidad Santo Tomás Viña del Mar. Más específicamente, a la carrera de Medicina Veterinaria. Y más específicamente aún, al Hospital Veterinario Docente. Ahí pasan la mayor parte del día desde principios de agosto y, según la programación, se quedarán hasta fines de año.

“No conocíamos a nadie que haya venido a Chile antes, en nuestra universidad nos dicen que nosotras somos ‘el experimento’. Tampoco tenemos familiares o amigos que hayan venido acá. Nos lanzamos a la aventura”, dice María Paula. Ana María complementa señalando que “no teníamos ninguna referencia, pero revisamos las universidades en convenio y nos interesó mucho Santo Tomás porque vimos que tenían hospitales veterinarios y el tema de los internados, eso nos llamó la atención”.

Ambas son amigas y compañeras de curso en el último semestre de Medicina Veterinaria y Zootecnia, que es el nombre de la carrera en su universidad, que se ubica en la ciudad de Yopal, en el departamento de Casanare. “Es en el llano, en el interior del país, no tiene nada que ver con Viña”, explican.

“Sentimos el apoyo de los profesores”

En las pocas semanas que llevan en el Hospital Veterinario Docente, han tenido que trabajar en la consulta y también se están integrando a las clases de los alumnos que están en internado. Respecto a la opción de atender pacientes, dicen que es una actividad a la que no están acostumbradas porque en Colombia no es tan usual.

“Nuestra universidad no tiene una clínica, entonces lo mismo que nosotros estamos haciendo acá en el hospital de Santo Tomás, nuestros compañeros lo tienen que hacer en clínicas externas. Pero allá la verdad es que no te dejan hacer tantas actividades prácticas como acá. Se siente el cambio, pero así se aprende. Además, acá igual sentimos el apoyo de los profesores, o sea, nos dan libertad, pero nos explican si no sabemos algo, no nos regañan, nos ayudan”, dicen.

Ana María resume señalando que “la verdad, ha sido más difícil de lo que esperábamos, pero también ha sido muy chévere, siento que va a ser cada vez mejor y el tema de tener tanta práctica nos va a servir muchísimo para cuando regresemos. Acá entramos a la consulta y el doctor nos deja hacer todo, las preguntas, llenar la ficha, todo eso. Estamos trabajando como profesionales”.

Aparte del frío, su única queja es que les queda poco tiempo para socializar. “Pasamos todo el día en la clínica y después nos vamos a la casa donde estamos viviendo. Sólo nos quedan los fines de semana para planear cosas y conocer la ciudad. Ya hicimos un tour y fue muy chévere, hay muchas cosas que hacer acá, es muy bonito”, finalizan.