Noticia anterior
Germán Carrasco, director del Área Ingeniería de sede Viña del Mar: “Nuestros estudiantes tienen que ir siempre un paso más allá”Académicos de Trabajo Social y Enfermería participan en simposio sobre envejecimiento y cultura
María Loreto Von Chrismar y Luis Muñoz, de UST Viña del Mar, expusieron en la jornada denominada “Envejecimiento y Cultura: reflexiones respecto del envejecimiento, la vejez y la acción profesional interdisciplinaria junto a las personas mayores”.
Dos académicos de la sede Viña del Mar de Universidad Santo Tomás participaron en el simposio “Envejecimiento y Cultura: reflexiones respecto del envejecimiento, la vejez y la acción profesional interdisciplinaria junto a las personas mayores” que por cuarto año se desarrolla en nuestro país, siendo parte de la Red Internacional del Conocimiento. Se trata de María Loreto Von Chrismar, docente de la Escuela de Trabajo Social, y Luis Muñoz, director de la Escuela de Enfermería, quienes desde sus respectivas disciplinas abordaron la temática en cuestión.
La representante de Trabajo Social participó en la mesa denominada “Reflexiones epistemológicas, teóricas y metodológicas en Gerontología”, donde presentó la ponencia “Reflexiones sobre el envejecimiento desde la Ética de la Alteridad en Emmanuel Lévinas”, que se relaciona con la tesis doctoral en Filosofía que actualmente se encuentra cursando.
María Loreto Von Chrismar explica que “la cuestión del otro ha sido objeto de atención de importantes pensadores de la Filosofía occidental moderna, entre ellos Emmanuel Lévinas. En él, la relación epistémica es de sujeto-sujeto, en la que un par de yoes se mantienen distantes y gracias a esa distancia pueden encontrar su identidad y libertad, la que permite al hombre salir de su yo hacia el otro. En este sentido la libertad se funda en la responsabilidad por el otro, responsabilidad que es anterior a la propia libertad”.
“Este trabajo pretende realizar una reflexión sobre el envejecimiento desde la ética de Lévinas, cuyos análisis fenomenológicos en torno a los conceptos de vulnerabilidad y de rostro pueden resultar muy iluminadores para ahondar en la experiencia de esta etapa como una construcción social que permita el movimiento desde los prejuicios respecto del proceso de envejecimiento y vejez, hacia una mirada del envejecimiento productivo, activo y satisfactorio. La reflexión desde una ética de la responsabilidad en la vejez supone el respeto a la subjetividad, a los múltiples aspectos que deben considerarse para esta etapa que implica nuevas realizaciones”, añade.
Salud y Educación en adultos mayores
Por su parte, el director de la Escuela de Enfermería de UST Viña del Mar, Luis Muñoz, presentó el trabajo denominado “Educación en adultos mayores, mito o realidad”.
Sobre su ponencia, indicó que “la Educación en sí misma pretende la modificación de la conducta del individuo. Si lo anterior lo llevamos a la Salud, podremos decir que estos cambios de conducta tienden a modificar hábitos de vida nocivos para la salud y convertirlos en hábitos saludables. Tanto la Organización Panamericana de la Salud como Dorothea Orem concuerdan que la educación en Salud promueve el desarrollo y bienestar de la persona, siendo ella quien debe hacerse cargo de sus cuidados e identificar los factores determinantes en pos de la salud. Ahora bien, la persona mayor es capaz de modificar conductas propias entendiendo que su ganancial generacional nos puede jugar en contra a la hora de evidenciar ciertos hábitos nocivos. Ciertamente es posible toda vez que como agentes de salud seamos capaces de usar toda la experticia y sabiduría del adulto mayor para ejemplificar y justificar cambios positivos”.
“El éxito radica en una buena valoración inicial, determinar necesidades individuales y grupales, para así planificar y ejecutar una educación dirigida y acorde a las carencias del grupo y es fundamental apuntar al fortalecimiento de la autoestima. Así lo plantea C. D. Ryff, quien propone que el bienestar psicológico es fundamental para mejorar la autonomía, dominio del entorno, auto-aceptación, crecimiento personal, propósito de vida, relaciones positivas, y con todo lo anterior, la calidad de vida”, finaliza.
Noticia siguiente
Docente de Santo Tomás participó en congreso de filosofía en Argentina