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UST socializa su política de Vinculación con el Medio con estudiantes de primer añoAcadémicos de la UST asumen como abogados integrantes de la Corte de Apelaciones de Talca

Rodrigo Medina Jara y Leonardo Mazzei Parodi, ambos de la Escuela de Derecho, fueron seleccionados para cumplir funciones para el período 2025-2026.
Reafirmando la calidad y excelencia de la Universidad Santo Tomás (UST) Talca, dos de sus académicos asumieron como abogados integrantes de la Corte de Apelaciones de Talca. Se trata de Rodrigo Medina Jara y Leonardo Mazzei Parodi, de la Escuela de Derecho, quienes cumplirán funciones durante el período 2025-2026. Este es un hito que fortalece la representación de la academia en instancias judiciales.
De esta forma, los abogados integrantes serán llamados a reemplazar a los magistrados a fin de asumir la revisión de las causas y la redacción de los fallos, por lo que deben ser juristas con a lo menos doce años de ejercicio profesional, además de presentar un destacado desempeño en la docencia y/o en el ejercicio libre.
Al respecto, Medina Jara, expresó que se trata de un logro significativo desde el punto de vista académico, debido que «permite que sus profesores, en este caso el suscrito, puedan intervenir como ministros de corte en los fallos y resoluciones que la corte adopte. Eso es una labor extraordinariamente relevante, porque para un abogado significa comportarse como juez, que no siempre se puede hacer y no solo como juez sino como que como juez de un Tribunal Superior de la República», sostuvo.
Por su parte, Mazzei Parodi, destacó que «formar parte de la Corte de Apelaciones de Talca, sin lugar a dudas constituye, no solamente un honor, al integrar el máximo Tribunal de la Región, sino que también es un espacio en donde se tiene la oportunidad de conocer, debatir y resolver una multiplicidad de materias de índole jurídica, que requiere de un permanente estudio de los casos, dado los trascendentales efectos que tiene lo que se decida», dijo.
El académico ahondó en el cargo y precisó que «para quienes somos externos a la Judicatura, implica, por un lado, poder aportar con nuestra experiencia en el sector privado y los conocimientos adquiridos en la Academia, respecto de aquellos que formamos parte de ese ámbito. Por otro lado, nos permite nutrirnos del conocimiento y visión de los conflictos judiciales, así como de su resolución, por parte de quienes tienen una amplia experiencia en ello», concluyó.