Futuros Técnicos Veterinarios también se han transformado en voluntarios: “Sabemos que esto no dura dos semanas”

Tanto en la Región de O’Higgins como también en el Bío Bío, estudiantes de Santo Tomás Rancagua han atendido a los animales que han sufrido heridas tras los incendios que afectan al país.

 

Muchos animales quemados o con otro tipo de heridas tras escapar del fuego es el panorama que se ha podido observar en las zonas afectadas por los incendios forestales. Perros, cerdos, ovejas, vacas y caballos también han sido víctimas y los alumnos de Santo Tomás Rancagua han querido colaborar en su recuperación, compatibilizando los tiempos con sus respectivos trabajos y recolectando insumos entre familiares y amigos.

Cristopher Espinoza de 19 años, que este año comienza el tercer semestre en la carrera Técnico en Veterinaria y Producción Pecuaria, se puso en contacto con personas en Pumanque. Aunque la respuesta fue que no necesitaban ayuda, se unió con algunos amigos y fueron a terreno.

El grupo lo conformaron sus compañeros Massiel Flores Bozo, Daniela Díaz Morales y Juan Lecaros Vargas, junto al ya titulado Leandro Abarca: “Decidimos ir y la gente sí necesitaba mucha ayuda. Llegamos hasta Las Garzas, cerca de Pichilemu, colaborando también con bomberos durante la noche. La idea era ayudar en lo que se podía”, relata Cristopher.

El siguiente fin de semana viajaron hasta Constitución y Santa Olga, intentando también abarcar los sectores que no han recibido ayuda. Reconoce que fueron “literalmente a la vida, nos apañó internet mientras teníamos conexión” y agrega: “Aprovechando que nos manejamos en el tema de los animales, también es por vocación a la carrera. Sabemos que esto no dura dos semanas, los animales tienen que seguir recibiendo curaciones”, señala el joven que planea visitar Lolol en los próximos días.

andrea-parraguez

Andrea Parraguez, estudiante también de Técnico en Veterinaria y Producción Pecuaria en Santo Tomás Rancagua, fue casa por casa en Pumanque ofreciendo ayuda: “A mí siempre me ha importado el bienestar animal y veía en las noticias que habían muchos animales heridos”.

La joven de Nancagua ha aprovechado algunos días libres en su trabajo para ir a terreno: “Aunque está restringido que reciban el apoyo de Técnicos Veterinarios, se han portado un siete conmigo”. Explica que algunos voluntarios no pueden continuar colaborando y solicitan que alguien le haga el seguimiento a los tratamientos de los animales: “Me tocó ver ovejas ciegas y animales con casi todo el vientre quemado, pero los veterinarios han estado muy presentes y ya se nota la mejoría”, cuenta esperanzada.