Cristián Venegas, académico Santo Tomás Viña del Mar

“La Psicología debe tener un profundo compromiso con la realidad social de Latinoamérica”

El docente de la Escuela de Psicología se refiere a los desafíos de esta profesión en materia de formación, enseñanza, ejercicio profesional y producción de conocimiento.

Hace pocas semanas, Cristián Venegas, docente y coordinador de Área Social y Extensión de la Escuela de Psicología de Santo Tomás Viña del Mar, viajó a Colombia para participar en el IV Congreso de la Asociación Latinoamericana para la Formación y  la Enseñanza de la Psicología (ALFEPSI), encuentro en el cual no solo pudo exponer una investigación realizada en coautoría con la socióloga cubana Tania de Armas Pedraza, sino que además tuvo la oportunidad de asistir a la presentación del libro “Formación en Psicología. Reflexiones y propuestas desde América Latina”, obra coordinada por Edgar Barrera Cuellar, psicólogo social y director de la organización autónoma “Cátedra Libre Ignacio Martín-Baró”.

Tomando como referencia ese episodio, el académico de Santo Tomás Viña del Mar reflexiona sobre la importancia y la urgencia de avanzar hacia una Psicología mirada “desde” América Latina, es decir, que tanto en sus procesos formativos como en su ejercicio profesional tenga un profundo compromiso social hacia las realidades sociales de Latinoamérica y El Caribe.

¿Por qué es necesaria una mirada a la Psicología desde América Latina?

Hay que señalar en primer lugar que la UNESCO en su Declaración Mundial sobre Educación Superior: Siglo XXI (1998) y en todas las demás conferencias y congresos temáticos, ha reforzado la importancia que la Educación Superior sea pertinente, es decir, que tenga una relación con los procesos socio-culturales y económicos que la sociedad necesita, no solo desde una perspectiva funcionalista y acotada al presente, sino una mirada a largo plazo donde se consideren los procesos psicosociales de identidad y vinculación territorial e histórica. Se vuelve imperioso desarrollar una Psicología abierta a la diversidad socio-política-cultural, pensando en que los problemas sociales de nuestro continente deben llevar a interrogarnos por la necesidad de una formación y práctica donde alumnos y docentes desarrollen compromisos sociales con América Latina y El Caribe, que les lleven a promover el cambio social en todos los espacios donde podemos intervenir como alumnos y psicólogos.

¿Qué diferencias puede marcar una Psicología mirada desde América Latina a otras desarrolladas en otras latitudes?

Insisto en que mientras la formación, enseñanza, ejercicio profesional y producción de conocimiento, esté guiado por teorías, modelos de desarrollo y estándares creados en otras latitudes, que no tienen pertinencia para los contextos socio-culturales de Latinoamérica y El Caribe, se hace de la Psicología una disciplina esclava, colonizada, dependiente, sin un real poder transformador. Por muy eficaces que aparezcan determinadas técnicas y procedimientos clínicos o psicosociales, como psicólogos de este continente debemos tener un compromiso social, incluso al practicar la Psicología Clínica, por cuanto se trata de comprender ese psiquismo, esa subjetividad, esa narrativa dentro de una trama socio-política-económica desde donde es posible comprender de modo situado. Este es uno de los desafíos que tenemos.

¿Podría desarrollar los conceptos de liberación y esclavitud que utiliza para referirse a la Psicología? ¿Cómo se relacionan con el compromiso social que debería tener la Psicología?

El autor Ignacio Martín-Baró, de reconocida trayectoria en Psicología Social de la liberación, nos señala que mientras la Psicología continúe la senda individualista, ahistórica, positivista, no considerando los aspectos socio-culturales de nuestro continente, seguirá siendo una Psicología dependiente, colonizada, esclava por cuanto aceptamos teorías foráneas que no son tomadas desde un análisis crítico. No estoy defendiendo un esencialismo identitario de América Latina y El Caribe, sino unos procesos fluidos, abiertos a la transformación que deben ponerse en relación con la enseñanza y ejercicio desde el compromiso social. El sociólogo colombiano Orlando Fals Borda sostiene que el compromiso social se produce cuando las personas que han desarrollado un arte, oficio o profesión, ante los problemas sociales de nuestro continente, dejan su papel de simple espectadores y colocan su conocimiento, arte u oficio a disposición para promover el cambio social que deviene en justicia social, un verdadero imperativo ético para nuestra profesión.

¿Qué pasos se han dado en el desarrollo de esta propuesta? En este sentido, ¿Cuál es el valor del libro “Formación en Psicología, reflexiones y propuestas desde América Latina?

Algunos ejemplos paradigmáticos, en el contexto del MERCOSUR y países asociados, son la elaboración de una propuesta de contenidos curriculares básicos y comunes para la formación de pregrado en Psicología, como así también de principios éticos para el ejercicio profesional. Este marco formativo curricular y ético se firmó el año 1997 e incluía a Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay. Desde ese entonces se ha avanzado en realizar distintos encuentros en el Cono Sur respecto al área de formación de pregrado, investigación y análisis crítico de las realidades sociales con las cuales se enfrenta nuestra profesión. También puedo citar el trabajo que han realizado la Unión Latinoamericana de Entidades de Psicología (ULAPSI) el año 2002 y más recientemente la “Asociación Latinoamericana para Formación y la Enseñanza de la Psicología” (ALFEPSI). Estas entidades han venido realizando congresos y mantienen revistas on line de Psicología. Al respecto, no puedo dejar pasar la oportunidad de recomendar interesantes revistas como son: “Integración Académica en Psicología” de ALFEPSI (http://integracion-academica.org/). También aprovecho de destacar que en el sitio web de ALFEPSI (http://alfepsi.org/) podrán encontrar en formato digital y descargable a texto completo libros de psicología latinoamericana. Puedo destacar la revista “Psicología para América Latina” que pertenece a ULAPSI (http://www.revistapsicolatina.org/) y “Alternativas Cubanas de Psicología” (http://acupsi.org/). No menos importante es el excelente trabajo del Psicólogo social colombiano Edgar Barrero Cuellar a través de “Cátedra Libre Ignacio Martín-Baró” que tiene una praxis comprometida con la liberación (http://www.catedralibremartinbaro.org/). Todas las páginas mencionadas son solo algunos ejemplos de los esfuerzos para promover la creación de un conocimiento pertinente y de una vocación claramente libertaria.

Ahora, sobre el libro “Formación en Psicología. Reflexiones y propuestas desde América Latina”, puedo señalar que es un notable trabajo donde convergen en co-autoría 14 psicólogos y psicólogas de Latinoamérica y El Caribe. Es un libro compuesto por ensayos libres que reflexionan de manera crítica y propositiva desde una inquietud académica central como es la de avanzar hacia una Psicología que en sus procesos formativos como en su ejercicio profesional tenga un profundo compromiso social hacia las realidades sociales de Latinoamérica y El Caribe, que nos lleve a unas praxis de liberación en el sentido que he venido desarrollando.

Esta propuesta, ¿cómo se aplica en la formación de pregrado en Psicología en la Universidad Santo Tomás, sede Viña del Mar?

El cambio de malla para la carrera de Psicología ha significado la posibilidad de entender que la formación y el ejercicio profesional viene dado por una comprensión y praxis donde cobran relevancia los determinantes sociales de la salud, que muestra que inclusive la Psicología Clínica se ejerce desde una perspectiva más lúcida y situada al comprender que las personas diagnosticadas con alguna enfermedad mental tienen no solo un contexto familiar sino además social y cultural desde donde se pueden interpretar, comprender e intervenir para transformar esas realidades. Los profesores y profesoras que realizan clases en la línea social de nuestra malla, acá en Santo Tomás Viña del Mar, poseen una gran experiencia y les distingue su pensamiento crítico y aporte desde el saber teórico y práctico que le permite a nuestros alumnos avanzar desde casos que se trabajan en aula hasta prácticas de observación en terreno y posteriormente intervención según avanzan en la malla. En este sentido, podemos decir que se trata de un continuo de autodescubrimiento personal respecto de aquellas realidades sociales que les van interpelando a dejar su papel de simples espectadores y profundizar su compromiso social con nuestra profesión en tanto herramienta de cambio social que requerimos en un momento socio-histórico como el actual.