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Destacan proyecto Santo Tomás que entrega soluciones tecnológicas al sector apícola y agrícola de Los LagosAcadémica de Enfermería UST es finalista del Premio Nacional de Innovación Avonni 2025

La tecnología Copesil, creada por la Dra. María Cristina Paredes, compite en la categoría Salud gracias a su potencial para reducir infecciones asociadas al uso de dispositivos médicos.
Copesil, la innovación desarrollada por la académica de la Escuela de Enfermería de la Universidad Santo Tomás, Dra. María Cristina Paredes, fue seleccionada entre los 37 finalistas del Premio Nacional de Innovación Avonni 2025, que este año recibió un récord de 725 postulaciones. El proyecto destaca por su aporte a la prevención de infecciones asociadas a la atención en salud.
El premio Avonni es entregado desde hace 19 años por la Fundación ForoInnovación, en conjunto con el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, El Mercurio y TVN. Su objetivo es visibilizar proyectos que, mediante la innovación, contribuyen al desarrollo sostenible del país.
En su versión 2025, este reconocimiento honorifico seleccionó entre sus finalistas a la tecnología Copesil, un material de silicona funcionalizado con nanopartículas de cobre que entrega propiedades antimicrobianas a dispositivos médicos. El proyecto competirá en octubre por uno de los galardones, en esta ocasión, dentro de la categoría Salud patrocinada por la Cámara de la Innovación Farmacéutica.
“Es un reconocimiento a la trayectoria y el esfuerzo colaborativo de llevar la investigación e innovación a las personas. Ser finalista es un tremendo orgullo que reconoce el papel de las mujeres en ciencia y demuestra que se puede lograr innovación chilena del más alto nivel” afirmó la líder del proyecto, María Cristina Paredes.
Copesil nació como respuesta al desafío de prevenir infecciones asociadas a la atención sanitaria, una de las principales complicaciones derivadas del uso de dispositivos médicos sin protección antimicrobiana. Gracias a un proceso de anclaje y estabilización de nanopartículas de cobre, esta tecnología otorga protección duradera y adaptable a distintos dispositivos, manteniendo sus propiedades médicas y clínicas.
Entre sus aplicaciones destacan Copesulcup, un catéter urinario diseñado para prevenir infecciones, y CuNova, la primera copa menstrual antimicrobiana que conserva la flora vaginal y no requiere hervido, ambas con potencial de transferencia tecnológica y alcance global.