Académica de Santo Tomás fue parte de la discusión del derecho al cuidado en la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe

Susana Unzaga, docente del área de Ciencias Sociales del Instituto Profesional es también integrante de la agrupación “Mujeres con Energías Positivas” que dan apoyo a personas que viven con VIH.

Una enriquecedora experiencia vivió Susana Unzaga, docente del área de Ciencias Sociales del Instituto Profesional Santo Tomás Viña del Mar y referente en iniciativas de Vinculación con el Medio e Innovación, al ser parte de la delegación oficial de Chile en la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe en Ciudad de México, principal foro intergubernamental de las Naciones Unidas sobre los derechos de las mujeres y la igualdad del género en la región.

Junto a la comitiva chilena, liderada por la Ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Antonia Orellana, y representantes de Cepal y ONU Mujeres, la docente contribuyó al debate sobre la sociedad del cuidado y su impacto en el avance hacia la igualdad de género en la región.

Nuestra tarea como delegación consistió en promover a través del diálogo de la aprobación del protocolo sin observaciones. Estoy feliz, porque esta propuesta reconoce a las mujeres viviendo con VIH. En versiones anteriores se hablaba de mujeres vulnerables, pero sin especificar intersecciones como pobreza, migración, discapacidad o pertenencia indígena, entre otras”, comentó Susana Unzaga.

La profesora es también integrante de la agrupación “Mujeres con Energías Positivas”, asociación que ayuda a personas que viven con VIH y que ha realizado un gran trabajo junto a Santo Tomás en distintos proyectos, lo que lo hizo ser reconocida recientemente como una de las 30 ganadoras del premio “Mujeres que Inspiran” que otorga Banco de Chile.

“Una activista de la región de Valparaíso que participó en el ‘Compromiso de Buenos Aires’, nos invitó a postular para ser parte de la delegación oficial en la Conferencia”, explica la docente quien estuvo cuatro días en Ciudad de México conociendo delegados y delegadas de otros países.

Al final de esta actividad se firmó el Compromiso de Tlatelolco que garantiza el derecho al cuidado como un derecho humano autónomo y reconoce el derecho a cuidar, a ser cuidado y al autocuidado.

Esta experiencia nos permitió conocer las realidades e intersecciones que atraviesan las niñas, adolescentes y mujeres de los distintos países. Pudimos conocer a activistas de diversos países, cada una luchando por los derechos de todas las mujeres en sus territorios, que, a 30 años de la Conferencia de Beijing, las mujeres en América latina, seguimos viviendo opresiones y violencias que limitan el ejercicio de cada uno de nuestros derechos”, dice Unzaga.

 

Vínculos internacionales

En su calidad de integrante de la agrupación “Mujeres con Energías Positivas”, Susana también pudo realizar vínculos con organizaciones de mujeres de Guatemala, Colombia, México y fue incluso invitada a formar parte del movimiento latinoamericano “Mujeres Positivas”. También conoció el trabajo de una clínica especializada en VIH, situación que en Chile no existe aún.

Como formadores de futuros profesionales pudimos participar activamente en la elaboración de una política a nivel latinoamericano donde las voces de todas las mujeres fueron escuchadas, en especial aquellas que viven con VIH. Este hito permite transmitir a nuestros estudiantes que ellos son garantes de los derechos de los grupos de especial protección, en especial de las personas que viven con VIH” enfatizó.

El Área de Ciencias Sociales del Instituto Santo Tomás Viña del Mar ha impulsado una serie de proyectos en conjunto con la agrupación “Mujeres Positivas” como capacitación de monitores de salud en consejería y tests rápidos de VIH y ahora están trabajando en una aplicación móvil para que personas que viven con VIH tengan mayor adherencia al tratamiento y controles médicos.

 

En la Conferencia Regional en México, la ministra Antonia Orellana expresó su entusiasmo por participar del espacio y conocer el trabajo de integrantes de la delegación en esta instancia clave para compartir políticas y prácticas de cuidado entre países. Además, destacó la posibilidad para generar alianzas que permitan avanzar en agendas comunes que garanticen una mejor calidad de vida, no solo para las cuidadoras —que son el foco principal de esta Conferencia—, sino para todas las mujeres. La colaboración internacional es clave para fortalecer nuestras políticas, porque al intercambiar experiencias y buenas prácticas aprendemos y mejoramos continuamente. Además, al compartir nuestro camino y logros, contribuimos a que otros países también avancen hacia una sociedad más justa y equitativa para todas las mujeres”, afirmó la ministra Orellana.