El pasado viernes 27 de junio, El Mercurio en su sección Valor País relevó iniciativas enfocadas en energía solar, reciclaje y educación ambiental de IP-CFT Santo Tomás, que fortalecen la vinculación entre la ETP y las comunidades, fomentando la solidaridad y el desarrollo sostenible en las regiones.

La Educación para la Ciudadanía Mundial —concepto acuñado por la Unesco en 2011— busca empoderar a los estudiantes para que asuman un rol activo, tanto en sus comunidades locales como globales, en el desarrollo de un mundo más justo, pacífico, inclusivo y sostenible.

En línea con este movimiento, IP-CFT Santo Tomás ha integrado la innovación social como eje estratégico en su política de vinculación con el medio, promoviendo la búsqueda colectiva de soluciones a desafíos sociales para mejorar la calidad de vida de comunidades vulnerables. Además, está impulsando iniciativas que responden a problemáticas específicas de cada territorio, reafirmando su compromiso con el desarrollo sostenible.

La innovación social aborda, precisamente, desafíos sociales mediante soluciones creativas y colaborativas junto a los territorios. Refleja nuestro compromiso institucional y genera aprendizajes significativos que conectan con las experiencias de los estudiantes y los prepara como agentes de cambio para el desarrollo sostenible regional y nacional’, dice Patricia Noda, vicerrectora de Estudiantes y Vinculación con el Medio de Santo Tomás.

Tres proyectos son ejemplo de este enfoque. Uno de estos es ‘Electromovilidad fotovoltaica para sillas de ruedas‘, desarrollado por estudiantes y docentes de la carrera Técnico en Energía Solar del IP Santo Tomás, sede Copiapó. Conectaron una silla de ruedas con un panel solar monocristalino y un controlador de carga que alimenta las baterías, aumentando en un 80% su autonomía. El equipo ahora trabaja para aplicar esta tecnología a sillas eléctricas y crear un kit adaptable a modelos convencionales.

Otro se realizó en la sede San Joaquín, donde estudiantes y docentes de Ingeniería en Sonido desarrollaron ‘Insuflex T25-T26: Prototipo de solución acústica a partir de residuos‘, que transforma envases reciclados en un material con propiedades térmicas y acústicas. Con el apoyo de Tetra Pak, separaron los componentes de los envases para reutilizar la celulosa en soluciones constructivas.

  

El tercero tiene su origen en Punta Arenas, donde estudiantes y docentes de Técnico en Gestión de Medio Ambiente llevan a cabo el proyecto ‘Construyendo mini paneles solares: explorando energías renovables en escuelas de Magallanes‘, que capacita a estudiantes de 3º y 4º medio en la construcción y uso de paneles solares. Esta iniciativa fomenta las energías renovables, la conciencia ambiental y fortalece el vínculo entre la educación técnica superior y escolar. Al concluir, cada colegio contará con un sistema fotovoltaico funcional como recurso educativo permanente.