Alumnos “Premio Sello” de Santo Tomás Viña del Mar reciben reconocimiento por su identificación con los valores institucionales

Maverick Santis, de la carrera Psicopedagogía (Instituto Profesional), Franco Baigorria, de Técnico en Enfermería de Nivel Superior (Centro de Formación Técnica) y Andrea Faúndez, de Derecho (Universidad), fueron escogidos como los y la estudiante de la sede Viña del Mar que mejor representan los valores institucionales, haciéndose acreedores del Premio “Alumnos Sello 2023-2024”.

En primera instancia fueron premiados sólo Maverick y Franco, ya que por problemas de agenda Andrea no pudo estar presente en la primera citación. Eso le permitió saber de antemano que sería distinguida, al contrario de sus compañeros que sólo se enteraron del motivo de la convocatoria en el mismo momento en que fueron recibidos por las autoridades de la sede: el rector Daniel Olivares; el director de Formación e Identidad, Pedro Mayorga; el director académico de UST Viña del Mar, Iván Veyl; y la directora de Asuntos Estudiantiles, Loreto Caviedes.

“Igual es un impacto en el primer momento porque no pasa a menudo que te citen a una reunión con el rector. Uno piensa que puede ser algo malo, tuve que autorregularme emocionalmente para no sentirme tan abrumado. Después sabía que no podría ser por algo malo, pero igual se siente ansiedad”, dice el estudiante de Psicopedagogía. Franco vivió algo similar: “le conté a mi hijo y me dice ‘cuando a uno lo llaman las autoridades, no es para nada bueno’. Yo quedé en la duda, que quizás me estaban llamando por ser el delegado del curso y había pasado algo, estuve nervioso hasta ahora”.

Andrea estaba en el sur cuando se realizó la primera reunión. “Me llamaron y no me dijeron para qué me estaban citando, pero no podía viajar. Después sin querer alguien me dijo que yo era beneficiaria de este premio. La verdad mi reacción fue de mucha emoción, impacto y agradecimiento”, asegura.

Un impulso para sus estudios

Superado el primer impacto, los “Alumnos Sello” agradecen haber recibido la distinción y dicen que es una motivación más para sus últimos años de carrera. “Si me están reconociendo por representar los valores, tengo que seguir poniéndolos en práctica para demostrar que Santo Tomás no nos prepara sólo para trabajar, sino también emocionalmente y para empatizar con el otro. Yo siempre trato con respeto a todos, busco empatizar, ayudar, eso me lo reconocen mis compañeros. Para mí es algo habitual, pero premiarme por eso es bonito y se agradece”, señala Maverick.

“Mis compañeros me dicen ‘Tío Franco’ por mi edad. Fue grato que me eligiesen ser delegado y representante, ellos son como mi segunda familia, hasta los echo de menos en las vacaciones. El premio es gracias a ellos, que ven algo diferente en mí, entonces tengo que seguir en la misma senda, es una responsabilidad el premio”, añade Baigorria.

Para Andrea, el premio es una motivación adicional en la recta final de la carrera. Recuerda que en 2022 enfrentó una operación que casi le cuesta la vida: “Dios me dio una segunda oportunidad. Dejé la universidad un poco de lado, reprobé ramos porque era un momento decisivo, yo iba a morir. Quise resolver otras cosas de mi vida y eso provocó que incluso estuve en eliminación académica, pero apelé y volví. Lo pensé mucho y dije ‘si vuelvo, vuelvo con todo porque ser abogada es lo que quiero en la vida’. Volví muy comprometida y la gente se ha dado cuenta”.