Voluntariado de Santo Tomás Curicó un aporte a la localidad de Yerbas Buenas

Fueron 50 los voluntarios que trabajaron durante toda la semana, en el mejoramiento de viviendas y en distintas actividades que buscaron suprimir las condiciones de pobreza; reforzando otros aspectos como higiene, abrigo y alimentación. Se dividieron en 6 cuadrillas designadas en diferentes sectores como: El Almendro, La faja Puypuyén, sector Abranquil, Bajo Esmeralda, entre otros; donde conocieron conmovedoras historias de vida como la de Juan Barros, que cuida a su señora desde que quedó  con secuelas por un accidente vascular; él está dedicado completamente a su cuidado, lo que le impide trabajar. O Juan Vásquez “El Mochito”, adulto mayor de avanzada edad que vive en situación de extrema pobreza.

“Cada historia que nos tocó conocer, nos llegó muy profundo y eso se notó en el trabajo, dedicación y la tierna entrega que mantuvieron todos los alumnos en los días que duró el voluntariado. Al ver la labor que realizaron nos llena de orgullo, ya que son sólo fue un trabajo físico, también fueron un aporte y una motivación, para muchas familias de mejorar sus condiciones de vida pese a cualquier carencia», comentó Carolina González, DAE sede Curicó.

Además agregó que, «es muy importante señalar que cada uno de estos jóvenes, dejó de lado sus días de descanso para venir a colocar su granito de arena. Debo destacar también, la calidez de este grupo humano y de cómo lograron afiatarse desde el primer momento; no parecían que fueran de sedes diferentes ya que la afinidad surgió espontáneamente. Realmente son un lujo los alumnos que nos apoyaron y demostraron con creces el Sello Santo Tomás”.

La voz de los voluntarios

Desde el Instituto Profesional y Centro de Formación Técnica Santo Tomás Curicó, participaron 15 alumnos, que generalmente, son los estudiantes que destacan por diferentes habilidades, ya sea como delegados de curso o jóvenes con mucha iniciativa y que participan en la mayoría de las actividades que le les ofrece su casa de estudios.

Ellos son: Sergio Olivera, Francisca Arévalo, Cintia Duarte y Pía   Moraga de la carrera de Servicio Social. Ignacio Barrera, Luis Felipe Bobadilla, Jesús Llanten y Jorge Navarro de la carrera de Ingeniería de Ejecución en Administración; Patricio Lisboa, Bryan Muñoz de Ingeniería de Ejecución Agropecuaria; Jazmín Leiva junto a Yasna Bastías de la carrera Técnico en Educación Parvularia y la colaboración de Franco Aravena.

«Trabajos voluntarios es la instancia precisa y preciosa para demostrar que con pequeños gestos podemos lograr cambios en el alma de quienes ayudamos y en la nuestra»; señaló Luis Felipe Bobadilla, voluntario comunidad “El Mochito”. Sede Curicó, carrera de Ingeniería de Ejecución en Administración.

«Tan sólo una pausa en nuestras vidas fue el único requisito… Una semana que comenzaba con grandes temores para muchos y grandes motivaciones para otros, en la cual después de tanta enseñanza y a la vez entrega, ella se atrevió a decirnos «Gracias», sin siquiera saber que ella hizo mucho más para nosotros de lo que pudimos hacer por ella. Su carita de alegría nos llenó el alma y el corazón»; mencionó Jesús Llantén, voluntario comunidad “El Despacito”. Sede Curicó, carrera de Ingeniería de Ejecución en Administración.

«Una muy linda experiencia, que nos hace crecer como persona. Ir en ayuda de alguien que necesita es un gesto muy enriquecedor, nos enseña el valor de los demás como individuos», Jorge Navarro, voluntario comunidad “El Mochito”. Sede Curicó, carrera de Ingeniería en Ejecución en Administración.

Cabe destacar que durante todas las jornadas, los alumnos estuvieron acompañados por los directores DAE de las sedes participantes: Bárbarita Monroy de Chillán, Lorena Castro de Talca y Carolina González de Curicó; junto al resto del equipo organizador Cristián González, Coordinador DAE Talca y Miguel Cruz, Director de Formación e Identidad de la misma sede.