Una ceremonia de resiliencia: Los primeros titulados del IPCFT Los Lagos culminan su camino en Santo Tomás Los Ángeles

Con una emotiva ceremonia cargada de simbolismo y emociones contenidas, se titularon los primeros 18 estudiantes del convenio de continuidad académica entre el Instituto Profesional y Centro de Formación Técnica Los Lagos y Santo Tomás en sede Los Ángeles. Esta titulación marca no solo el cierre de un proceso formativo, sino también el triunfo de la perseverancia frente a la incertidumbre y la adversidad.

Los nuevos profesionales egresaron de carreras esenciales para el desarrollo del país: Ingeniería en Administración de Empresas, Ingeniería en Administración Pública, Técnico en Construcción, Construcción Civil, Técnico en Educación Parvularia, Primer Ciclo de Enseñanza General Básica y Técnico en Enfermería. Sin embargo, más allá de los títulos, lo que se celebró fue la fuerza de voluntad de estudiantes que se negaron a la posibilidad de rendirse.

La historia de estos titulados comenzó en el IPCFT Los Lagos, institución que debió cerrar sus puertas el 2023 por razones administrativas. Cuando el panorama era incierto y muchos pensaron que todo estaba perdido, se activó una red de apoyo liderada por el Ministerio de Educación y Santo Tomás, que firmaron un convenio de colaboración en enero de 2024 para garantizar la continuidad de estudios de más de 1.300 estudiantes en seis regiones del país.

En la sede Los Ángeles, ese compromiso se hizo realidad con la titulación de este primer grupo. La directora del Programa Los Lagos en esta ciudad, Isabel Arias Catalán, se dirigió a los presentes con palabras que reflejaron tanto el esfuerzo institucional como humano:

«Este título que reciben no es solo un papel: es símbolo de resiliencia. Es la prueba de que, aún en medio de la inestabilidad, supieron levantarse, adaptarse y persistir. Ustedes representan lo que significa crecer y avanzar entre cambios, y sobre todo no rendirse cuando el panorama parecía incierto.»

El rector de Santo Tomás en la Región del Biobío, Roger Sepúlveda Carrasco, también quiso estar presente en este hito, destacando la importancia de esta alianza y su impacto concreto:

«Hoy, con orgullo, podemos decir que más de 300 alumnos ya se han titulado gracias a este esfuerzo conjunto. En Santo Tomás Los Ángeles, titulamos hoy a 18 estudiantes de Los Lagos y con esto terminan un proceso que ha sido desafiante tanto para ustedes como para nosotros.» Con un mensaje esperanzador, cerró sus palabras recordando una cita de Santo Tomás de Aquino: “Cada hombre tiene que inventar su camino” e invitó a los titulados a salir a inventar y reinventar el suyo.

También participaron de la ceremonia algunas de las autoridades nacionales del Convenido Santo Tomás – Los Lagos, entre ellos: Diego Guzman Fenick, director general del Programa; Marcos Peña Muñoz, director de Administración  y Finanzas y Felipe Alarcon Cuevas, director de Carrera Área Salud.

Uno de los momentos más conmovedores de la jornada fue el discurso de Juan Morgado, titulado en Construcción Civil, quien habló en nombre de sus compañeros. Con voz emocionada, recordó el momento en que casi todo se vino abajo:

«Vivimos etapas muy difíciles, estuvimos a punto de quedarnos con las manos vacías, no por nuestra responsabilidad, sino por factores externos… Sin embargo, fue ahí donde sacamos fuerzas de donde ya no había y nos propusimos seguir adelante.»

Morgado también rindió homenaje al cuerpo docente y administrativo del extinto IPCFT Los Lagos, quienes incluso se ofrecieron a continuar el proceso formativo sin recibir honorarios. Luego vino la oportunidad de retomar los estudios en Santo Tomás, y con ella, una nueva esperanza: «Fue aquí donde todo cambió, volvió la esperanza y decidimos que debíamos aprovechar la oportunidad que se nos estaba entregando.»

En su testimonio, hizo eco de una verdad compartida por muchos estudiantes de educación superior en Chile: la necesidad de equilibrar estudios, trabajo y familia.

«Estoy cierto que cada uno de nosotros tiene una historia que contar, una historia de esfuerzo, de trabajar y estudiar, de ser padre o madre en todo momento… El reconocimiento de nuestros hijos es impagable.»

La ceremonia cerró entre aplausos, abrazos y fotografías con las familias, en un ambiente de orgullo colectivo. Porque lo que se vivió en Los Ángeles fue mucho más que una entrega de diplomas: fue la confirmación de que, incluso en los contextos más adversos, los sueños pueden seguir construyéndose.

Santo Tomás, fiel a su compromiso con la educación y la comunidad, abrió sus puertas no solo como institución académica, sino también como refugio de oportunidades. Y esta generación, que no partió en estas aulas pero que las hizo suyas, quedará para siempre en la historia de la sede Los Ángeles como un testimonio vivo de que la resiliencia, cuando encuentra apoyo, puede llegar hasta la meta.