Enseñanza del chino mandarín en América Latina: A 40 años de las reformas su aprendizaje va en aumento

Diversos son los puentes que salen desde China hacia otros continentes, incluida Latinoamérica, que han permitido expandir la cultura y el idioma del país asiático por todo el mundo.

Por Roberto Lafontaine, director del Centro Regional del Instituto Confucio de América Latina y El Caribe (Crical). 

Columna publicada en Ediciones Especiales del diario El Mercurio.

La enseñanza del idioma chino mandarín ha vivido una verdadera revolución y un crecimiento impensado en los últimos años. Al cumplirse 40 años de las reformas llevadas a cabo por la República Popular China y que han significado un crecimiento y un desarrollo nunca vivido por otros países en tan corto tiempo, su idioma y cultura también como nunca antes, han tenido una difusión y desarrollo a nivel global.

El idioma chino mandarín se empezó a enseñar en algunas universidades europeas y americanas bien avanzado el siglo XX, salvo algunas pocas excepciones. No obstante, mayoritariamente, nunca hubo un acceso masivo de la población a aprender sobre la cultura china y su idioma.

A partir de las reformas económicas implementadas en la República Popular China y debido al rápido crecimiento y desarrollo experimentado, que significó un aumento impresionante del intercambio comercial entre China y el resto del mundo, el conocimiento de su idioma y su cultura se hizo cada vez más necesario.

Es así como se crearon en 2004 los Institutos Confucio, entidad dependiente del Ministerio de Educación de la República Popular China destinados a difundir el idioma y la cultura china en todo el mundo, siguiendo el ejemplo de otros institutos de cultura de países europeos y norteamericanos.

Los Institutos Confucio actualmente alcanzan a 525 en 142 países del mundo representan una versión sin precedentes en los institutos de idioma y cultura, ya que se han creado entre una universidad local y una universidad china, coordinados por la oficina Central de los Institutos Confucio HANBAN.

Esta especial organización permite que estén presente ambas visiones y organizaciones. De una parte, la representada por la universidad china y Hanban y por otra la universidad local, que tiene características diferentes según cada país, ciudad y región y que responde a la necesidad de entregar cultura al medio que la rodea y en el que está inserta.

Los Institutos Confucio han realizado una labor fundamental en dar a conocer la lengua y la cultura china a través del mundo. Ha sido una labor impresionante en estos 14 años, que ha logrado entregar a las comunidades no solo la oportunidad de aprender el idioma chino mandarín, sino también conocer la milenaria cultura y los avances actuales de China. Actualmente 9.000.000 de personas estudian en sus aulas y muchísimos más asisten a sus actividades culturales a nivel global.

Incremento de la cultura

Desde el establecimiento de las relaciones diplomáticas de la República Popular China con los países de América Latina las relaciones culturales se han ido incrementando en forma sostenida y han alcanzado en los últimos años un desarrollo y variedad impensado hace 40 años.

Es así como en Chile, los primeros pasos en este sentido, con gran entusiasmo y anhelo de acercar a ambos pueblos, se han afianzando a través de los años, tanto por la propia Embajada de la República Popular China, como organismos y agrupaciones culturales, que han impulsado un acercamiento en el conocimiento de ambos pueblos a través de diversas actividades y manifestaciones culturales tanto en Chile como en China.

La primera etapa para acercar a los pueblos, es que se conozca su cultura y su idioma, así como su historia y evolución. En el caso de Chile y la República Popular China, este proceso se fue dando paulatinamente y ha adquirido una fuerza desconocida en los últimos años.

En el caso chileno los Institutos Confucio han ayudado a acercar el conocimiento de la cultura y la lengua china, no solo a los alumnos de universidades, sino a la comunidad en general. Actualmente en Chile existen dos Institutos Confucio en la Universidad Santo Tomás y en la Pontificia Universidad Católica de Chile.

De esta manera, los Institutos Confucio se han convertido en una de las principales instituciones de América Latina en fomentar vínculos con China. Por ello, además de las acciones antes mencionadas, queremos destacar aquellas actividades de intercambio entre profesores chilenos y chinos; y los centros de investigación conjuntos en temas como comercio, negocios, trabajo social, medio ambiente, acidificación del océano y tecnología educativa. En este plano, el horizonte es seguir perfeccionando las diversas áreas de colaboración y especialización, en torno a las necesidades de la región y con mirada global.

Red Regional de Institutos Confucio

Además, como una manera de apoyar a este acercamiento cultural entre China y América Latina, en 2014, se creó el Centro Regional de los Institutos Confucio para América Latina por la Oficina Central de los Institutos Confucio, en convenio con la Universidad Santo Tomás de Chile, para coordinar y apoyar la labor de los Institutos Confucio en esta región.

El papel que ha jugado el centro regional en el acercamiento de los pueblos chino y latinoamericanos ha sido fundamental al poner en contacto por primera vez a escritores y cineastas chinos actuales con sus pares de América Latina, logrando que intelectuales de ambas culturas se acerquen a las realidades de estos pueblos en ámbitos que no habían sido considerados hasta ahora.

Las actividades culturales con giras de grupos artísticos, concursos y exposiciones en los diferentes Institutos Confucio de América Latina han congregado a más de 1.000.000 personas que han podido acercarse a la cultura China desde distintos aspectos y variantes.

Actualmente, más de 100.000 alumnos estudian en los 40 Institutos Confucio y 11 Salones Confucio independientes de América Latina y El Caribe en Argentina, Bahamas, Barbados, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Guyana, Jamaica, México, Panamá, Perú, República Dominicana, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay, Venezuela.

Ningún idioma se puede enseñar si se lo disocia de su cultura. Por eso ha sido fundamental el aporte que los Institutos Confucio han hecho en América latina para dar a conocer la cultura china y que ésta sea cada día más cerca a sus pueblos. En este sentido, programas como las giras de escritores chinos actuales en América Latina ha permitido poner en contacto a dichos literatos con sus pares latinoamericanos, resultando una rica interacción, intercambio de ideas y proyectos en conjunto. De igual, numerosos escritores y artistas y académicos latinoamericanos han viajado a China a dar a conocer sus obras, estudios e investigaciones, acercando de esta manera nuestra región a público chino parlante.

Lo que se observa de los Institutos Confucio es que hay un creciente interés por conocer lo distinto, lo diferente. En este sentido, la diversidad cultural lejos de crear barreras, atrae a las personas a conocer más de una cultura diferente.  No puede dejar de mencionarse que el intercambio cultural es bidireccional. Tanto se empapan de la cultura china los cientos de miles de ciudadanos del mundo que participan de las actividades de los Institutos Confucio en los distintos países del mundo, como los miles de ciudadanos chinos que participan de estas actividades, como profesores o voluntarios. En fin, este intercambio cultural es un apoyo a la búsqueda de un futuro común, en armonía.

No cabe duda que las reformas iniciadas en China hace 40 años fueron el inicio de una etapa en que la globalización ya no era solamente conocer y emular la cultura occidental en el resto del mundo, sino también que la milenaria cultura china y el idioma chino mandarín fuesen conocidos en el mundo y se enriqueciera esta globalización antes centrada solo en occidente, con los aportes de una cultura que tiene mucho que enseñar y compartir.

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