Una verdadera transformación: el gran desafío de las empresas en los inciertos y cambiantes escenarios de hoy

Hasta mediados de 2019, las empresas seguían expectantes las fluctuaciones de los indicadores y señales económicas y sociales tradicionalmente contempladas, sin embargo desde octubre a la fecha, situación agudizada por la actual pandemia mundial del covid 19, los distintos actores de la economía: empresas públicas y privadas y por su puesto familias hoy ven con mayor incertidumbre los meses venideros.

En el actual contexto donde se tienen que desenvolver las empresas; este presenta un permanente cambio, la manera en que nos relacionarnos es distinta, tanto por la incertidumbre que produce la disrupción de fenómenos externos al que hacer empresarial y como por las capacidades técnicas y de liderazgo necesarias para abordar esos cambios en las organizaciones. Los modelos que han permitido la sostenibilidad y en algunos casos lograr el éxito hasta hora, incluyendo los propios patrones culturales y de liderazgo, están siendo profundamente amenazados y por su puesto todos los saben.

Enfrentar este contexto de cambio representa una verdadera transformación para las empresas y como tal, es una tarea de largo aliento. Dicho esfuerzo de cambio es integral y va mucho más allá de los puramente una “transformación digital”, imperativa herramienta de desarrollo hoy reinante. El camino por recorrer para evolucionar y transformarse no es una simple lista de pasos a seguir; es un proceso complejo de transformación y cada organización debe abordarlo de la manera más adecuada a su realidad.

Hoy el centro y foco de las empresas debe ser el cliente, eso no ha cambiado y no va a cambiar. Más aún, se intensifica y acelera, los clientes hoy son más informados y conectados, seleccionan más y en un menor tiempo, es en ellos y para ellos donde está el foco de esta transformación, ya que son la razón de ser de toda empresa u organización.

Las empresas deben tratar de comprender lo que buscan sus clientes, cómo se comportan, cómo ven y sienten a la empresa y cómo responderían ante distintas propuestas de valor, muchas veces el ansia por control y por cumplir metas de corto plazo, sumado a una cultura en donde no se busca salir de la zona de confort, hace a olvidarse del cliente y de entender lo que realmente quiere, tanto en experiencias novedosas como en nuevos productos y en su constante innovación.

El cambio nace desde dentro, de las personas si la cultura no cambia, no hay cambio, y si la empresa, colaboradores y sus líderes no están en “modo transformación”, difícilmente se logrará algo. Los líderes empresariales son ejemplo y promotores de esta nueva forma de trabajar donde se asumen riesgos, el fracaso es bienvenido como fuente de aprendizaje y además se promueve la diversidad y la horizontalidad. paradigmas completamente opuestos a los que han predominado en los negocios en Chile en las últimas décadas.