El sábado 9 de octubre se celebró el Día Mundial de las Aves Migratorias. Esta actividad proclamada por la ONU se celebra desde el año 2017 en todo el mundo. Y que mejor instancia para celebrarlo este año que participando en el “Gran Día de Observación de Aves” u “Octuber Big Day” que también será el 9 de octubre. El “Gran Día de Observación de Aves” es una iniciativa mundial de recolección de datos de aves a través de la plataforma eBird de la Universidad de Cornell en USA. La idea es hacer observación de aves en equipos de hasta 5 personas durante 24 hrs y observar la mayor cantidad de especies. ¡Participan equipos de todo Chile! Y en el país la actividad es promovida por la Red de Observadores de Aves de Chile (ROC).

La migración se puede definir de diversas formas, pero a menudo se entiende como un movimiento estacional predecible de individuos entre sitios, y se produce amplia pero heterogéneamente entre los animales. Aunque la migración no requiere cambios espaciales en la reproducción (i.e., dispersión), se asume una asociación positiva.

La migración debe interpretarse como un conjunto de comportamientos lábiles y condiciones fisiológicas plásticas en respuesta a condiciones del ambiente. Dado que la gran mayoría de las aves (de las 10.200 descritas) son en alguna manera migratorias, en Chile y en nuestra Región del Biobío tenemos muchas oportunidades de observarlas.

Por ejemplo, en los humedales de Lenga, Rocuant o Andalién, podemos observar especies migratorias como la Gaviota de Franklin (Leucophaeus pipixcan) una gaviota que se reproduce en humedales interiores de Norteamérica y en primavera y verano austral visita las costas de Perú y Chile, luego de un largo viaje migratorio de 10.000 kms. Otro grupo de aves migratorias que podemos observar en estos sitios son las aves playeras, y nuestras costas albergan una gran diversidad de especies (49 especies en total para Chile), con representantes como el zarapito de pico recto (Limosa haemastica) o el playero blanco (Calidris alba), que llegan a nuestras costas entre septiembre y abril de cada año en busca de alimento y sitios de descanso.

Pero las migraciones no solo son propias de las aves acuáticas o playeras, en Chile muchas especies de bosque, praderas y cordilleranas se mueven en primavera-verano u otoño-invierno en busca de mejores condiciones para sobrevivir al mal tiempo o encontrar sitios de reproducción. En ambientes boscosos, por ejemplo, podemos encontrar al fío-fío (Elaenia albiceps) un pequeño cazamoscas que se reproduce en Chile durante la primavera y verano, y luego en otoño migra a la cuenca amazónica. Otras especies como la viudita (Colorhamphus parvirostris) o las dormilonas (Muscisaxicola spp.) realizan migraciones locales, altitudinales o a través de la cordillera en busca de buenas condiciones para pasar el invierno o reproducirse.

Las migraciones para muchas especies de aves ocurren desde hace miles, quizás millones de años. Pero lamentablemente las recientes actividades humanas, como la contaminación, destrucción de bosques y humedales e incluso el cambio climático, están afectando negativamente estos fenómenos naturales tan espectaculares. En este día de las aves migratorias te invitamos a que disfrutes de las aves y pienses en que muchas de las aves que están en tu entorno, han tenido que realizar increíbles migraciones para llegar ahí solo para alimentarse o reproducirse.

La migración es parte de la naturaleza, y también del hombre. Que este día de las aves migratorias, también nos lleve a repensar nuestras acciones sociales y a ser más empáticos con los que han debido migrar, la naturaleza se mueve, es tiempo que nosotros también avancemos, en conservación y empatía.