Chile país de montañas y ¿ montañistas?

Nuestro inconsciente colectivo nos indica que al amanecer el sol emerge desde las montañas allende Los Andes. Que somos el país más montañoso del mundo y que nuestra agua emerge de las quebradas llenas de inmaculada nieve y no hay más cristalina en todo el planeta. Que si no fuese por esta gran cordillera, nuestro país sabría lo que es ser parte del mundo occidental y, por sobre todo, “otro gallo cantaría” en nuestro destino marcado por el aislamiento geográfico.

Por mi actividad profesional, relacionada íntimamente con las majestuosas moles de roca, hielo y nieve, las anteriores “verdades” y “mitos” han sido parte de mi medio ambiente de desempeño y nunca he tratado de verificar o de desmentir, sólo son.

El fin de semana, en el marco de nuestras 1° Jornadas de Turismo Aventura Santo Tomás 2016, dimos inicio al evento con una Crono escalada al Cerro Carbón, dirigida a alumnos y alumnas de la carrera Turismo Aventura del CFT Santo Tomás. Este sector, visitado en décadas pasadas sólo por clásicos excursionistas de aquellos años, hoy se ha transformado en una ruta más de las decenas de vías que son parte de la rutina semanal de cientos de jóvenes, y otros no tanto, que comienzan a ver en el excursionismo de media montaña una herramienta de esparcimiento, e incluso, de manejo del estrés.

Comenzamos a recibir ofertas variadas como las de la Asociación de Parques Cordillera, con Parque Puente Ñilhue, Parque San Carlos de Apoquindo, Parque Aguas de Ramón, Parque Mahuida, Parque Quebrada de Macul y el amenazado Parque Bosque de Panul, que se resiste al acoso incesante de las inmobiliarias, y que cada fin de semana recibe cientos de visitantes asiduos al ciclismo de montaña y amantes de la caminata.

Al parecer ya estamos en un momento histórico de inflexión de las actividades de conexión con la naturaleza. Al parecer este país de montañas también se está transformando en país de montañistas, de excursionistas, de cultores de la vida de aventura, que te hace sentir mínimo frente a los desafiantes colosos de roca, y gigante frente a los logros alcanzados sólo con un par de zapatillas, una mochila, ropa de abrigo y, por qué no, una buena “selfie” que desafíe a tus amigos a reencontrarse con lo clásico, con lo natural.