Un Chile profundamente desigual acaba de ser ratificado a partir de los datos entregados por la última Casen recogidos en base a los cuestionarios aplicados a más de 70 mil hogares chilenos entre los meses de noviembre del año recién pasado y febrero del presente.

La Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional viene siendo aplicada regularmente desde la década del 80 cada dos o tres años con la finalidad de disponer de información actualizada que permita conocer la situación socioeconómica nacional; realizar la evaluación de programas sociales; dimensionar la pobreza y la distribución y composición de los ingresos en los hogares patrios, entre otros objetivos.

De acuerdo a los datos recientemente entregados por el Ministerio de Desarrollo Social, organismo responsable de la Encuesta, si bien continúa la tendencia al descenso de la pobreza entendida desde la perspectiva de los ingresos, esta ha presentado una disminución en su ritmo de decrecimiento respecto de mediciones anteriores, alcanzando actualmente al 8,6% de la población, es decir, un millón y medio de personas, frente a los 11,7% de la medición del año 2015, con un descenso de 3,1 puntos porcentuales respecto de ella.

Sin embargo, al centrar el foco en los antecedentes relativos a la pobreza multidimensional, incorporados a la Encuesta a partir del año 2009, dando cuenta de las dimensiones educación; salud; trabajo y seguridad social y vivienda y a partir del año 2015 también en relación a la vivienda y su entorno y redes y cohesión social, es posible constatar que el porcentaje de pobres se incrementa a un 20,7%, es decir tres millones y medio de personas. Si bien dicho porcentaje viene en descenso desde el año 2009 al 2017, considerando las primeras cuatro dimensiones señaladas, no sucede lo mismo al comparar la variación 2015-2017 incorporando la quinta dimensión redes y cohesión social, estancándose el descenso, no siendo estadísticamente significativa la diferencia presente para ambos periodos.

Desde la perspectiva de la distribución de los ingresos fruto del trabajo de los hogares se aprecia, en general, una mantención de la diferencia entre los deciles de menores ingresos y los de mayores ingresos, respecto de la anterior Encuesta, contribuyendo a la mantención de una situación de desigualdad en el país al respecto.

Si bien se constata cierta pugna mediática y también de fondo respecto de la interpretación de los datos o sus causas asociadas esta no debiese bloquear la oportunidad que contar con los mismos representa para el país, en términos de revisión de su política social, por lo cual se torna relevante en particular la invitación cursada por el Sr. Seremi de Desarrollo Social de la Región del Maule don Juan Eduardo Prieto Correa a distintos actores, entre ellos las casas de estudios superiores, con la finalidad de avanzar en una  perspectiva colaborativa ante la situación considerando, por ejemplo, que a pesar de constatarse una permanente baja en el porcentaje de personas en situación de pobreza en la Región desde el año 2006 a la fecha, aún se eleva un 4,1% por sobre el porcentaje nacional lo cual da cuenta de la magnitud de los desafíos actuales los cuales sólo podrán asumirse exitosamente a partir de la sinergia colaborativa de los distintos sectores involucrados o por involucrarse.