El turismo de experiencias: desafíos para la nueva década

Viajar es una actividad que consiste en buscar nuevos destinos o bien conocer a fondo los lugares antes visitados. Hasta ahí se pude hablar del turismo convencional, del que estamos acostumbrados a escuchar, aquel que hemos realizado alguna vez o nos han contado respecto del viaje de algún familiar, amigo o colega.

En la actualidad, el modelo a nivel mundial de los viajes ha cambiado y con ello el perfil de quién lo realiza. Nuestro país no está ajeno a estos cambios, ya que -si hacemos memoria- hace una década viajar por Chile era muy costoso y la gente pensaba en destinos fuera de nuestro país.  Afortunadamente hoy esto ha cambiado. Se ha incrementando el porcentaje de visitantes y viajeros nacionales que recorren Chile, debido a que la industria de los viajes nos ofrece variadas alternativas, que dan paso a un nuevo tipo de viaje, más sencillo, con menos planificación y tarifas mucho más convenientes, dando tribuna a las famosas “escapadas”, instaladas en el subconsciente de cada uno de nosotros y que se activa de inmediato al conversar sobre lugares atractivos, ofertas de pasajes aéreos, al ver un comercial con temática de playa e imaginarnos en la cima de una montaña.

Este nuevo tipo de viajero exige un servicio que va directamente relacionado a la calidad, que nos permita vivir la experiencia, descubriendo una nueva parte emocional en su viaje, dando vida a una ilusión hasta entonces desconocida e inimaginable y sintiendo que la experiencia de viaje comienza con el deseo de viajar.

Ante este escenario es que nos planteamos el desafío como Santo Tomás, en la carrera de Hotelería y Turismo, de formar y preparar a los estudiantes para enfrentar este nuevo modelo de turismo de experiencias en nuestra región, basado principalmente en desarrollar las habilidades asociadas a la comunicación efectiva con el cliente, logrando empatía y calidad de servicio que permita al visitante vivir una grata experiencia.

Estos viajes son una alternativa cada vez más habitual. Como para un fin de semana, una junta de amigos(as), despedidas de soltero(a), luna de miel, donde el factor sorpresa permite atrevernos y ver el destino con otros ojos, conocer la realidad local, emprendimientos naturales o recorridos no clásicos –arrendar una bicicleta y recorrer la ciudad-, el turismo vivencial, la gastronomía típica, etc.

Una buena forma de desarrollar este nuevo turismo de experiencias es buscando tips o recomendaciones de otros viajeros. Existen portales web, como Tripadvisor por ejemplo, que nos permite conocer ciertos datos  a través de los comentarios y/o experiencias de otros viajeros. Al mismo tiempo, si buscamos algo más organizado podemos dejar la orientación del viaje a manos de los expertos, como es el caso de los agentes de viajes, donde nos recomendarán lo mejor del destino y permitirá vivir una experiencia orientada y armada a nuestros gustos, presupuestos y deseos.

Es por todo lo anterior que quienes brindan servicios turísticos deben procurar estar a la altura de los nuevos desafíos, que suponen esta nueva forma de viajar y así adaptarnos a los tiempos de manera eficaz y exitosa.