La persona con más seguidores a nivel mundial en Instagram es Cristiano Ronaldo. El deportista ha superado la increíble cifra de más de 144 millones de seguidores en esta red y entre todas sus redes sociales acumula más de 500 millones de seguidores. Eso es mucho más que un país, es casi un planeta por sí solo, donde él gobierna y dónde cada paso, acción, comentario, movimiento, silencio, opinión, lo que viste, lo que usa, dónde va y todo lo demás, es parte de la vida personal y social de un porcentaje extraordinariamente grande del planeta.

Por eso, no es de extrañar que el gesto al quitar dos botellas de Coca Cola en una conferencia de prensa y reemplazarlas por una sencilla botella de agua, le haya significado a la marca una baja en el precio de sus acciones y pérdidas millonarias en las horas posteriores. Este hecho parece increíble, pero es el nuevo orden del mundo. El poder de las celebridades es enorme y no es la primera vez que se hace sentir.

Pasó ya el 2018 con l modelo Kylie Jenner y su ya célebre comentario en Twitter: «¿Hay alguien además de mí que ya no abra Snapchat?”. Eso bastó para que las acciones de Snapchat tuvieran una caída del 8% al día siguiente.

Es imposible dimensionar el alcance de los influencer a nivel mundial y es una amenaza o una oportunidad para todas las marcas, muchas veces imposible de predecir. Sobre todo en estos tiempos donde todos nos hemos volcado a la RRSS por diversión, aburrimiento, para calmarnos o simplemente para matar el tiempo. Los influencer con este nivel y cantidad de personas viendo cada uno de sus movimientos, tienen muchas veces el poder de mover el mundo a su antojo, literal y conceptualmente.

Es bueno esperar que este poder no sólo se vea en el mercado bursátil de las marcas, sino en los cambios sociales y conductuales que tanto necesitamos de ellas y de todo lo demás, es estos tiempos tan duros.