Pandemia ¿un problema o una oportunidad para reinventarnos?

Vivimos momentos coyunturales donde nos preguntamos continuamente ¿Cuándo irá a terminar todo esto? Por un lado, mientras nos vemos inmersos en estas circunstancias, algunos nos vemos y sentimos ahogados emocionalmente, otros económicamente; otros ataviados laboralmente; otros estresados ante la incertidumbre o ante la necesidad emergente de responder a nuestros compromisos de toda índole; o toda una gama de mezclas entre las anteriores.

Por otro lado, fantaseamos con regresar a un estado anterior de normalidad o más bien diría yo de “confort”. Sin embargo, mientras tanto trascurren los meses, la pregunta que surge es ¿Qué estamos haciendo? ¿Cómo lo estamos sobrellevando? ¿Nos está dañando cada vez más en nuestra calidad de vida o nos estamos reinventando? Supongamos tan solo por un instante, que estas circunstancias no cambien. Esta situación ¿es un problema o una oportunidad?, la respuesta es y seguirá siendo una sola: “todo dependerá de cómo lo veamos”.

Me resulta imposible no traer a mi memoria la vida de Nick Vujicic, quien nació sin sus extremidades superiores e inferiores. En sus conferencias relata cómo su familia se derrumbó al ver su cuerpo llegar a este mundo, familia de pastor de iglesia y toda una comunidad preguntándose; ¿Por qué a ellos? ¿Por qué tal sufrimiento? Nick relata sobre sus primeros años y su gran frustración por no poder hacer lo que los demás niños hacían; correr, saltar etc. Pero su respuesta llegó; dejó de ver su cuerpo como un problema y lo vio como una gran oportunidad. Él tenía total y absoluta certeza que sus circunstancias no cambiarían, no le crecerían ni brazos ni piernas. Se dejó de preguntar sobre aquello que no puede hacer y se abocó a aquello que sí podía hacer.

Entonces, ¿en qué etapa vamos? ¿seguimos sumergidos en el problema o estamos visionando un cambio? Estos últimos meses, he sido testigo de muchos que, optando por el cambio, se están reinventando, surgiendo nuevas formas de comunicarnos, nuevos emprendimientos con un sello propio e irrepetible, muchos desarrollando talentos que desconocían y se han dado cuenta que les va muy bien y lo mejor de todo ¡lo disfrutan!, otros aprendieron el uso de tecnologías de la información, plataformas virtuales; en fin, hicieron de su problema una oportunidad.

¿Existe un modelo para ello? Muchos te podrán ofrecer el “qué hacer”, pero no existe receta para afrontar lo nuevo, yo diría que “la receta la creas tú”. Tan solo te presentaré algunos tips que he recogido de distintas culturas y considero pertinentes para gestar cambios:

1- Deja de lado la queja y enfócate en una “mirada apreciativa”, aprecia tus talentos y todo aquello positivo que puedes rescatar de cada evento o crisis.

2- Los “no puedo” no te son útiles, enfócate en lo que “sí puedes”.

3- Cuando no encuentres respuesta o solución hazte la simple pregunta ¿Qué otra alternativa tengo? ¿Cuál otra ruta puedo abrir? (créeme, tu cerebro es tan creativo que siempre encontrarás una alternativa).

4- Analiza las necesidades emergentes de tu interior ¿Qué me inspira? ¿Cuál es mi sentido de vida o propósito?

5- Analiza las necesidades emergentes de tu entorno ¿Qué necesitan los demás que yo sí puedo satisfacer?, cuando a la altura de estas preguntas vuelva a tu mente la sombra de los problemas sin solución, simplemente regálate la oportunidad de comprender que no todo está en tus manos solucionar y despréndete de ese problema.

Verás que cuando comprendes que no todo está en ti dar solución, te situarás en un espacio de mente neutral, y verás como la solución llegará creativamente a tu cerebro sin pedirla y te abrirás un espacio de “mirada apreciativa”. El pensamiento divergente logra ser capaz de visualizar una situación desde más ángulos, y a mayor ángulo de visión más oportunidades tendrás ante tus ojos.