Los desafíos de la ansiedad y el sobrepeso en la niñez

El sobrepeso y obesidad se sitúan como una compleja enfermedad que, más allá de las percepciones estéticas que puedan tener, conllevan consecuencias severas en nuestra salud al aumentar el riesgo de patologías graves y otras afecciones, tales como desarrollar diabetes, resistencia a la insulina, hipertensión, etcétera.

En ese sentido, es necesario establecer factores de alarma frente a la conexión entre la ansiedad y el sobrepeso, las cuales pueden verse envueltas en un círculo vicioso que involucra una constante de comer por ansiedad y sentirse ansioso por comer.

Ahora, uno de los principales factores de alerta principales es la pandemia, donde suele generarse mucho estrés al enfrentarse a un panorama totalmente nuevo con lo que respecta una enfermedad mortal e incluso el deceso de seres queridos, desempleo de padres y estos factores provocan preocupación, ansiedad y estrés.

La disminución de la actividad física, mayor ingesta de azúcar y grasas en conjunto a una falta de hábitos en aporte nutricional; son indicadores que potencian el sobrepeso además del desarrollo de afecciones emocionales en su salud mental. Según la OMS, tenemos niños menores de 6 años con la peor salud mental del mundo, la cual va más allá del déficit atencional o ansiedad, permeado por las exigencias académicas, el entorno y su alimentación. Es decir, una niñez temprana chilena que señala de forma clara sentirse triste, falta de energía y con cambios en el apetito.

Ahora para tratar y prevenir existen medidas accesibles:

  1. Respecto a la ansiedad, es recomendable siempre estar atento a las emociones y señales de niños y jóvenes. Cambios de humor, falta de energía, cambios de apetitos.
  2. Identifica que es lo que provoca esos sentires. Ofrece soluciones a lo que le aqueja, busca actividades de distracción o que beneficien su estado mental y haz un acompañamiento empático.
  3. Procura mantener un hogar libre de tensiones, y no se les exponga alas preocupaciones adultas que no les corresponden. Siempre conversar las dificultades de forma clara, brindando contención, que se establezca la casa como un ambiente amoroso, seguro, donde se validen sus emociones, felicitarlo por sus logros, ayudarle a enfrentar sus miedos de a poco sin presiones.
  4. Retomar juegos antiguos o análogos, incorporarlos a las actividades de la casa de forma responsable en su capacidad. Hacer la cama, poner la mesa, impulsarlos a que estén en movimiento para que se animen a compartir en familia y socializar. El uso de la tecnología puede incorporarse para sacarle provecho, como juegos que requieran actividad física o de baile.

En cuanto al sobrepeso, la principal medida es la creación de hábitos, comer a las horas correspondientes en las porciones sugeridas nutricionalmente, además de ir eliminando el estigma de que comer saludable es algo extraño o ajeno, e incluso insípido. La incorporación de una dieta balanceada, con proteínas y legumbres, además de promover la ingesta de lácteos bajos en grasa y azúcar, van de la mano con el consumo de agua para niveles de hidratación saludables. Lo más importante de todo, es estar atentos, cercanos y empáticos con la niñez para que puedan optar a una vida adulta mucho más saludable tanto física como mentalmente.

Carolina Mariño Aravena
Directora Centro de Aprendizaje
CFTST sede Puente Alto