La sociedad en evidencia ante la pandemia

Pasan los días, los contagios siguen, el numero de personas fallecidas aumenta, las proyecciones de crecimiento económico son cada vez más devastadoras, no hay duda de que hoy estamos viviendo algo mucho más fuerte que una crisis. Siempre escuchamos decir que de las crisis se sale fortalecido, que es momento de aprendizaje -y en esta crisis en especial- se nos refuerza ser responsables y empáticos; todo esto porque este trance que vivimos gracias a la pandemia del coronavirus nos ha dejado en evidencia como sociedad, poniendo sobre la mesa las fortalezas y las debilidades que tenemos y con las cuales enfrentamos las amenazas, los riesgos, los miedos que nos surgen cuando vemos que nuestra integridad física, psicológica -y por qué no decirlo- también económica está en peligro.

¿Cómo salimos fortalecidos como sociedad?, ¿qué aprendizaje debemos ir atesorando individual y socialmente? En medio de este caos, hemos aprendido a adaptarnos a la comunicación a través de la conectividad. ¿Pasa lo mismo en los ambientes laborales?, este es otro tema, tal vez mas complejo para quienes lideramos equipos en tiempos de pandemia y dependiendo del ámbito de desempeño serán unas u otras las competencias que se requieran en mayor grado de desarrollo, lo que no hay duda es que no importa donde nos desempeñemos, esta ‘nueva normalidad’ nos ha obligado a reinventarnos y para lograrlo hemos tenido que reconocernos.

¿Tenemos aprendizajes pendientes? sí, personalmente me inclino por la necesidad urgente de entender que estamos en una fase de la crisis donde NADIE tiene la solución a esta pandemia, todavía hay una sobrecarga de información. En este contexto, los líderes que hoy se encargan de enfrentar la crisis, están obligados a tomar decisiones complejas, además de traspasar a la comunidad la confianza que se requiere para que todos con esfuerzo seamos capaces de seguir las indicaciones sanitarias. Todo indica que tenemos que seguir lidiando con la amenaza del contagio y con la incertidumbre económica, por eso necesitamos generar espacios de confianza entre las autoridades y la comunidad -y por cruda que resulte la realidad- esto se genera con información transparente y con una actitud cívica de alta exigencia.