María Virginia Ramos, beneficiaria Programa Equilíbrate: “La universidad nos da un tremendo apoyo por medio de este proyecto”

Desde el 2016 la Escuela de Kinesiología de la Universidad Santo Tomás de La Serena ha puesto en marcha el “Programa Equilíbrate”, que busca potenciar y mantener la funcionalidad de las personas adultas mayores de la comuna mediante el desarrollo de un programa de actividad física dirigida, conjuntamente con la entrega de orientación integral en salud.

En la iniciativa, que fue posible gracias a los fondos concursables de la Dirección General de Vinculación con el Medio de Santo Tomás, están participando académicos, profesionales y estudiantes de Kinesiología, Psicología y Enfermería, que en conjunto, atienden las necesidades de cerca de 60 beneficiarios.

Testimonio

Precisamente, la señora María Virginia Ramos, de 73 años, es una de las más entusiastas asistentes a este programa, obviando las dolencias de la artritis que padece en pos de ser parte de un espacio que no sólo ha mejorado su salud, sino que además, le he permitido compartir jovialmente con diversas personas.

“Yo me levanto con ánimo para venir, aunque a veces los dolores son fuertes, pero igual vengo y le digo a los chiquillos, quienes me hacen algún movimiento, qué se yo, lo que me ayuda mucho, porque después me voy con menos dolor del que llegué”.

¿Cómo se enteró de la realización de este proyecto de la UST?

Por el boca a boca. Una colega me dijo que acá estaban haciendo un programa, así es que vine, pregunté y me acogieron muy bien. De hecho, también he invitado a más personas porque los chiquillos son muy agradables: te acogen y te escuchan, algo que uno necesita a esta edad.

Participantes del programa junto a alumnos y docentes.

Los participantes se reúnen todas las semanas con el equipo de la UST.

Atenuando el dolor

¿Y qué tal ha sido su experiencia como beneficiaria del programa?

Muy favorable, porque tengo artritis reumatoídea, y por ende, mis articulaciones de todo el cuerpo se me inflaman y complican, pero acá con los ejercicios, y además, con las terapias individuales que nos realizan, me han ayudado bastante. De hecho, ya tengo movilidad en la mano derecha y la puedo levantar.

Por eso, destaco que es un tremendo apoyo para la comunidad esta posibilidad que da la universidad por medio de este proyecto.

¿Ha podido atenuar el dolor de su enfermedad gracias a estas actividades?

El dolor no, porque persiste, pero sí he podido ganar movilidad. Eso lo he conseguido gracias a los ejercicios, y además voy a baile entretenido que también ayuda bastante, porque la música motiva a moverse aunque se sienta dolor.

Y en la parte anímica, ¿se ha sentido mejor?

Sí, de todas maneras. Yo me levanto con ánimo para venir, aunque a veces los dolores son fuertes, pero igual vengo y le digo a los chiquillos, quienes me hacen algún movimiento, qué se yo, lo que me ayuda mucho, porque después me voy con menos dolor del que llegué.