Obesidad y metabolismo: estudio revela baja capacidad para quemar grasas en reposo

Una investigación de la carrera de Kinesiología de la Universidad Santo Tomás, liderada por el Dr. Alexis Espinoza, identificó que las personas con obesidad presentan una menor oxidación de grasas incluso en reposo, revelando una inflexibilidad metabólica asociada a alteraciones celulares profundas. Estos hallazgos desafían el enfoque tradicional del “comer menos y moverse más” y abren paso a tratamientos personalizados basados en evidencia científica.

Un reciente estudio desarrollado por la carrera de Kinesiología de la Universidad Santo Tomás, bajo la dirección del Dr. Alexis Espinoza, exploró cómo responde el metabolismo de personas con distintos niveles de peso corporal frente a la oxidación de grasas en estado de reposo. La investigación analizó a 65 adultos distribuidos en tres grupos: normopeso, sobrepeso y obesidad.

A cada participante se le aplicó una evaluación antropométrica y una prueba de calorimetría indirecta en ayunas, con el objetivo de medir el cociente respiratorio (RQ), un indicador que permite conocer qué tipo de sustrato energético —grasas o carbohidratos— está utilizando predominantemente el cuerpo.

Los resultados fueron reveladores: las personas con obesidad mostraron un cociente respiratorio más alto que los otros grupos, lo que indica una mayor dependencia de carbohidratos como fuente de energía, incluso en condiciones de reposo y ayuno. Este hallazgo sugiere una menor capacidad para utilizar grasas, una condición conocida como inflexibilidad metabólica.

La inflexibilidad metabólica ha sido asociada con disfunción mitocondrial, resistencia a la insulina e inflamación crónica, condiciones que agravan el perfil de salud de las personas con obesidad. Este enfoque permite comprender que la obesidad no se trata únicamente de un desequilibrio entre calorías consumidas y gastadas, sino también de cómo funciona el sistema energético del cuerpo a nivel celular.

En este contexto, el ejercicio físico se presenta no solo como un medio para quemar calorías, sino como un modulador clave del metabolismo. Entrenamientos diseñados para promover la oxidación de grasas, como aquellos que trabajan en intensidades cercanas al umbral conocido como FATmax, podrían ser especialmente útiles para mejorar la flexibilidad metabólica.

Este tipo de evidencia abre la puerta a estrategias más personalizadas, donde tanto la prescripción de ejercicio como las recomendaciones nutricionales se ajusten a datos objetivos obtenidos a través de herramientas como la calorimetría indirecta.

Entender cómo el cuerpo utiliza la energía es crucial para abordar una enfermedad tan compleja y multifactorial como la obesidad. Avanzar hacia tratamientos más precisos, humanos y sostenibles requiere mirar más allá de las calorías, y poner foco en la fisiología que las procesa.

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