Escuela de Kinesiología refuerza su rol social participando en Programa Dismovilizados de Cesfam Dr. Marco Maldonado

Entre marzo y diciembre, alumnos de quinto año concurrirán a los domicilios de los pacientes para trabajar en este poco convencional sistema de internado.

La Escuela de Kinesiología de la Universidad Santo Tomás Viña del Mar tendrá una activa participación desde marzo de este año en el Programa Dismovilizados  Cesfam, Dr. Marco Maldonado, centro de salud Familiar que atiende a las comunidades de Chorrillos, Forestal Bajo y el plan de la Ciudad Jardín. Este proyecto de intervención representa la opción de contar con un nuevo campo clínico para la carrera, que a su vez aportará con atención profesional para pacientes que serán atendidos en sus propios domicilios.

Programa Dismovilizados

Tuillang Yuing, jefe de carrera de Kinesiología, explica que el objetivo es mejorar la calidad de vida de las familias con pacientes dependientes moderados a severos, con patologías neuromusculares y articulares a través de un plan de trabajo con actividades prácticas para la rehabilitación y el autocuidado.

“No será un internado convencional porque a los dismovilizados hay que verlos en sus domicilios, quizás en lugares de difícil acceso, entonces será un internado de alto contenido social que esperamos tenga un impacto distinto sobre los alumnos”, señala.

Atenderemos a adultos mayores con diferentes patologías, personas que han sufrido accidentes vasculares, artrosis, o que producto de una operación quedan con cierta limitación en su movilidad. Es gente que no puede ir a un centro asistencial y están casi postrada en su hogar”, agrega el académico.

Participación de Escuela de Kinesioliogía UST Viña del Mar

La participación de la Escuela de Kinesiología de Universidad Santo Tomás Viña del Mar será encabezada por la profesora Marisel Díaz, que actuará como docente guía de internado y estará a cargo de los alumnos de quinto año que integrarán cinco rotativas de dos personas desde marzo a diciembre.

“La idea es hacer dos visitas a la semana o incluso tres, si es posible. Todavía no está claro, depende de la cantidad de pacientes que nos asignen. Además del trabajo en los domicilios, los alumnos también estarán en el consultorio porque en este programa hay muchas cosas por hacer”, sostiene la especialista.

“La kinesiología no ha trabajado mucho el campo de la geriatría, pero es una labor muy bonita. Ir a sus casas, salir del entorno del centro médico y tener que implementar una clínica kinésica en la casa es un gran desafío que obliga a desarrollar la creatividad. Es difícil, pero se puede hacer, yo creo que podemos orientar al paciente y a su familia para que tenga una mejor calidad de vida y ojalá pueda salir de ese estado de dismovilidad”, añade.

Tuillang Yuing comenta que lo más importante de este proyecto es entregar una nueva mirada a los futuros profesionales. “En cuanto a campos clínicos, estábamos muy enfocados en los centros privados, que es solo una parte de la realidad y nosotros necesitábamos ver la otra, que es igual de importante. Espero que los alumnos valoren esta oportunidad de ejercer un rol social”, dice.

Por su parte, Marisel Díaz agrega que otro punto a valorar es que “el equipo de salud del Cesfam está muy entusiasmado porque es primera vez que se incorporan kinesiólogos al plan, entonces quieren tener datos duros, estadísticas, para poder presentarlos en algún congreso geriátrico, por ejemplo. Los resultados que podamos obtener serán útiles si se pretende replicar este plan en otros consultorios”.