Capellán de Santo Tomás Puerto Montt reflexiona sobre el valor de la Sagrada Escritura en contexto de emergencia sanitaria

En un profundo análisis del pasaje bíblico de la multiplicación de los panes, el P. José Miguel Alvarado enfatizó que “nosotros hoy en día estamos llamados a compartir para que esa hambre y sed se sacie en esta situación que, en mayor o menor medida, está afligiendo con la pandemia”.

En el marco del Programa de Bienestar y Salud Mental que impulsa Santo Tomás, en la tarde del jueves 15 de octubre se efectuó la segunda charla de apoyo espiritual organizada por la Dirección Nacional de Formación e Identidad. En la ocasión, se analizó la trascendental importancia de la Sagrada Escritura como un puntal de fe y esperanza en el actual contexto que vive el país, inmerso en una emergencia sanitaria por el virus COVID-19.

La jornada fue inaugurada por la Directora Nacional de Formación e Identidad, María Esther Gómez de Pedro, quien junto con destacar que la charla online tuvo presencia de representantes de todas las sedes de la Institución, manifestó que “la última palabra no están en las cosas que vemos, en las cosas materiales. No estamos solos en ningún caso. Esto que estamos viviendo aquí es una señal de la presencia de Dios”.

Inmediatamente después fue el turno del P. José Miguel Alvarado, capellán sede Puerto Montt, quien realizó un profundo análisis del pasaje bíblico de la multiplicación de los panes para ejemplificar que Dios siempre está al lado de sus hijos, aun cuando el contexto pareciera especialmente complejo.

“Las piezas del Evangelio van enriqueciendo el mensaje de Jesús a las comunidades, que van interpretando y dejando estos testimonios”, precisó la autoridad espiritual, para, luego, agregar que “el ver de Jesús es un modo de que nosotros estemos atentos observando, apreciando todo lo que está aconteciendo. Él es un experto en ver. Nosotros miramos, pero pasamos por alto muchas situaciones”, dijo.

En ese sentido, el P. Alvarado sostuvo que “nosotros hoy en día estamos llamados a compartir para que esa hambre y sed se sacie en esta situación que, en mayor o menor medida, está afligiendo con la pandemia”.

La jornada, que contó con más de 75 asistentes, concluyó con un distendido intercambio de visiones de los presentes en la charla, quienes manifestaron desde sus propias vivencias la importancia de la espiritualidad y la palabra de Dios en el diario quehacer.