Seminario organizado por la carrera de Derecho analiza los desafíos y aciertos en la implementación de la Ley de Identidad de Género

En el encuentro expusieron Isaac Ravetllat, director del Centro de Estudios sobre Derechos de la Infancia y la Adolescencia de la Universidad de Talca; Marjorie Valdebenito, jueza titular del Tribunal de Familia de Antofagasta: y Regina Elton, académica de la carrera de Psicología en UST Viña del Mar.

La carrera de Derecho de Universidad Santo Tomás sede Viña del Mar llevó a cabo el seminario “Ley de Identidad de Género: Aciertos y desafíos de su implementación”, en el cual tres profesionales relacionados con el tema analizaron los aportes, avances, errores y deudas de esta normativa promulgada hace dos años y medio y que entró en vigencia a fines de 2019.

En primer término, expuso Isaac Ravetllat, quien es director del Centro de Estudios sobre Derechos de la Infancia y la Adolescencia de la Universidad de Talca. Su postura fue bastante crítica, aunque destacó que “al menos se ha dado un paso al visibilizar a las personas trans. Hubiéramos podido hacerlo mucho mejor, pero hay que aplaudir este paso”.

“Yo creo que no es una ley de identidad de género, nos engañaron con el nombre. Es una ley que regula un trámite sea administrativo o judicial de modificación de la inscripción registral de nombre o sexo, pero no hace nada más. El nombre genera expectativas, pero me parece que hay cierto lavado de imagen en cuanto al contenido”, señaló.

Tal como han advertido otros especialistas, Isaac Ravetllat acusó que la ley está enfocada sólo en las personas mayores de 14 años: “pareciera que a los niños no se les reconoce el derecho a la identidad de género y el proyecto la ley de garantías de los derechos de la niñez tampoco lo hace”. También indicó que en los aspectos vinculados con adolescentes, “la regulación no se hizo desde una perspectiva de derechos humanos, fue desde una mirada más valórica, con un discurso muy ideológico”. Y concluyó señalando que “es una ley muy binaria, facilita el paso de lo rosa a lo azul y de lo azul a lo rosa, por decirlo de alguna manera. Pero la identidad de género no tiene porqué ser masculina o femenina. Si es no binario, la ley no da ninguna respuesta”.

El seminario “Ley de Identidad de Género: Aciertos y desafíos de su implementación” contó con las exposiciones de Isaac Ravetllat, director del Centro de Estudios sobre Derechos de la Infancia y la Adolescencia de la Universidad de Talca; Marjorie Valdebenito, jueza titular del Tribunal de Familia de Antofagasta: y Regina Elton, académica de la carrera de Psicología en UST Viña del Mar.

 Errores y aciertos de la Ley de Identidad de Género

Luego intervino la magistrada Marjorie Valdebenito, jueza titular del Tribunal de Familia de Antofagasta. Ella se hizo cargo de las críticas, aunque contextualizó comentando que “respecto a la binariedad, tenemos que recordar que nuestra sociedad era muy discriminadora, avalada por la legislación. Las mujeres estábamos en un segundo plano, ni hablar de la niñez y la adolescencia. Los niños podían ser golpeados por los papás y a nadie le importaba nada. Se sancionaba penalmente las conductas no binarias. La sociedad ha ido lentamente evolucionando, todos estos temas recién se han ido insertando en el inconsciente colectivo”.

La jueza coincidió en calificar como una gran deuda el no acoger a los menores de 14 años: “Me parece insólito que un niño, niña o adolescente puede pedir una audiencia, pueda casarse, reconocer hijos, pero no pueden pedir cambio de nombre y sexo registral. Eso no tiene ningún sentido porque hasta donde entiendo, un niño que tenga disforia de género la va a sentir desde mucho antes, no le va a aparecer mágicamente a los 14 años”.

Asimismo, quiso destacar algunas virtudes de la ley. “Cuando un adulto casado se ha cambiado el nombre y sexo registral y luego se divorcia, deben decretarse las subinscripciones correspondientes. Eso no significa eliminar la filiación. Nos encontramos con una causa legal donde perfectamente un niño puede tener dos papás y dos mamás. El segundo tema es que antes siempre que se aprobaba el cambio de nombre y sexo, tenía que estar hecho el procedimiento de cambio físico. Era parte de la lógica: si hizo un tratamiento psicológico, un tratamiento hormonal, una cirugía, entonces ahora reconozcámosle esta nueva realidad. Esta nueva ley no exige alguna modificación física, reconoce que puedo tener un nombre asignado a otro sexo y que las identidades son múltiples”.

 Apoyo del entorno cercano a los niños trans

Finalmente, Regina Elton, académica de Psicología en UST Viña del Mar con magíster en Psicología Clínica, puso énfasis en el apoyo que deben recibir los niños y niñas trans en su proceso de transición. Aunque antes de profundizar en ese aspecto, explicó las definiciones de términos como sexo biológico, identidad de género, expresión de género y orientación sexual porque “culturalmente muchas veces no se entiende bien la diferenciación”.

Respecto a los procesos de transición, la docente se apoyó en los conceptos de Kristina Olson, psicóloga norteamericana especialista en la temática, quien asegura que los niños trans que son apoyados por sus familias y entornos, y que han hecho socialmente su transición, “presentan signos de una buena salud mental”.

“Cuando los niños reciben apoyo y se les permite hacer la transición completa, no presentan características de daño en salud mental o que necesiten mayor apoyo. Entonces, hay que destacar lo importante que es el rol que juega el apoyo que reciban de una cultura que no los discrimine y que les dé orientaciones que apoyen ese proceso”, destacó.

La académica de UST agregó que “vivimos en sociedad bastante adultocentrista, entonces no vemos este tema desde la mirada de cómo le afecta al niño o adolescente. Se nos dificulta entender el derecho a su propia identidad, entonces ¿cómo vamos a apoyarlos para que vivan su identidad libremente? Lo más importantes es ver y comprender el proceso de desarrollo emocional desde el niño, niña o adolescente. No se trata de lo que yo como adulto quiero, sino de lo que él necesita para estar mejor y ser feliz. La salud mental de los niños trans va a depender del acompañamiento que vivan de su círculo cercano en el proceso de transición”.