Uso de EPP en la cadena logística

Una parte importante de lo que es la logística, son los Elementos de Protección Personal, EPP, a veces muy subvalorados tanto por empleadores como por los colaboradores, quienes los ven como gasto y como molestia respectivamente, sin estimar su importante valor en la protección de la salud y vida del trabajador, además de evitar al empleador mayores costos, previstos e imprevistos, derivados de los accidentes y enfermedades laborales que puedan sufrir sus funcionarios.

La normativa chilena establece “la protección a la vida y salud de las personas” con un rango constitucional. Haciendo eco de este principio, la Ley 16.744 dispone en su artículo 68, que los EPP deben ser entregados por el empleador a los trabajadores, sin costo. Misma obligación señala el artículo 53 del D.S. 594, disponiendo además que los trabajadores tienen la obligación de utilizarlos.

Es así, que en este momento de pandemia se hace imprescindible utilizar adecuadamente los EPP, evitando el riesgo de contaminación y contagio de Covid-19.

Durante la cadena logística:

Dadas las características del trabajo de quienes aseguran la cadena logística de una empresa, donde se trabaja en bodega con actividades de recepción y despacho que requieren la presencia de numerosos colaboradores, se deben acentuar algunas recomendaciones, como:

  1. Indicar el EPP necesario para cada puesto de trabajo, según las actividades propias de la organización. Se recomienda al empleador, con ayuda del Comité Paritario de Higiene y Seguridad y el área de prevención de riesgos, realizar un listado con esta información debidamente detallada, para entregar los EPP correspondientes a cada tipo de colaborador y sus riesgos potenciales.
  2. Asegurar el uso adecuado de los EPP. Reforzar las capacitaciones relacionadas espacialmente con el ajuste y mantenimiento de mascarillas o respiradores y la necesidad de higienización diaria del Equipo de Protección Respiratoria (EPR) y lentes.
  3. Instruir el uso de mascarillas como medida preventiva para evitar contagio.
  4. Disponer de alcohol gel y/o alcohol (mínimo al 70%) para desinfección de manos, superficies y ambientes en áreas comunes y en cada bodega.
  5. Al identificar las actividades que realizan los colaboradores, sus riesgos potenciales y las posibilidades de contacto con cada persona, se recomienda el uso de respirador con filtro N95, traje de protección, delantal o pechera impermeable, protección de zapatos, guantes, antiparras/careta, etc., los que deben ser colocados con las manos limpias antes de iniciar actividades.
  6. Descartar todos los EPP e implementos de aseo desechables, al finalizar la tarea, en bolsa plástica sellada. Desinfectar los implementos de aseo no desechables.
  7. Al finalizar cada jornada, dejar los EPP y la ropa de trabajo en los lugares designados. En el caso de requerir llevar el respirador o lentes al domicilio o al lugar donde pernocta, dejarlos en una bolsa sellada en la entrada de la casa o habitación, en un contenedor limpio, previa limpieza y desinfección.

Los EPP son parte de la primera barrera de protección en el área logística de una empresa, para evitar convertirse en un foco de contagio que propague esta enfermedad. Para que esto no ocurra, necesitamos concientizar a todos nuestros colaboradores e involucrarlos en el proceso para que participen de manera activa, cuidándose y cuidando a los cientos de usuarios finales de los productos transportados.