Equipo de Taekwondo de Santo Tomás Viña del Mar destaca en las Ligas Deportivas de la Educación Superior

Tres años de esfuerzos comienzan a dar sus frutos en el taller de Taekwondo de Santo Tomás Viña del Mar. Ese es el tiempo que ha pasado desde que el destacado excompetidor Carlos Liebig se hizo cargo de los entrenamientos, que hoy ven sus frutos con la clasificación de uno de los miembros del equipo a las finales nacionales de las Ligas Deportivas de la Educación Superior (LDES).

Tras los dos clasificatorios desarrollados en la V Región, Camila Barría, estudiante de Nutrición y Dietética, terminó en el primer lugar de su categoría, lo que le permitió acceder a la final nacional que se desarrollará a mediados de noviembre en Valparaíso. Y aunque la clasificación estaba reservada solo para quienes ocuparan el primer puesto, también fue meritorio lo realizado por Fernanda Aguilera, de Técnico  en Análisis Químico, y por Sasha Villalobos, de Terapia Ocupacional, quienes ocuparon el segundo lugar en sus respectivas series.

Entre los hombres, Carlos Brantres, de Medicina Veterinaria, fue segundo en su categoría, mientras Wladimir Mera, de Técnico en Análisis Químico, remató tercero en su división.

“El año pasado presentamos dos atletas a los regionales y ninguno clasificó al Nacional. El primer avance es que ahora presentamos cinco atletas y uno clasificó. Esperábamos clasificar en una categoría e incluso en dos, pero en los resultados generales quedé conforme por la actitud, la conformación del equipo y por los rendimientos individuales. Vienen trabajando hace tres años conmigo, entonces se ha respetado un proceso”, sostuvo Carlos Liebig.

Ligas deportivas de la educación superior

Camila Barría reconoce estar ansiosa esperando su primera participación en una final nacional de LDES. “Yo empecé a practicar taekwondo recién a fines del 2013, no tenía ninguna experiencia previa, salvo por un ramo electivo que tomé, pero después no seguí por falta de tiempo”, explica. Respecto a sus opciones en el certamen que se desarrollará el próximo mes en Valparaíso, dice que Camila: “me tengo fe, confío en mí y además sé quién me está entrenando. Yo doy lo mejor de mí para poder llegar a los entrenamientos, para entrenar aunque esté cansada, así que eso debería dar frutos”.

Su entrenador comparte ese optimismo: “creo que Camila tiene chances, podría llegar a una eventual final, pero en un deporte de combate no puedes predecir nada. Va a depender mucho del sorteo porque la Metropolitana es la región más difícil, pero creo que al menos podría estar disputando una medalla”. En ese sentido, señala que el formato de competencia en LDES es especial porque “en una misma categoría compite gente con dos años de experiencia con personas que pueden tener siete años dedicadas al taekwondo, siendo del mismo cinturón. Pero bueno, son las reglas del juego”.

Equipo de Santo Tomás Viña del Mar

Precisamente, en relación al desarrollo del taekwondo en Santo Tomás Viña del Mar, tanto el entrenador como sus pupilos coinciden en señalar que ha sido complicado, aunque los buenos resultados los alientan a seguir trabajando. “El 2014 partimos con 20 estudiantes, pero eran apenas seis los que entrenaban siempre. Ahora la base estable ya es de 12, que no es poco en el ámbito regional”, dice Liebig.

Carlos Brantes, el deportista con más experiencia en el equipo tomasino (es cinturón negro), comenta que “quedé feliz con el segundo puesto porque me di cuenta que he progresado en relación a competencias anteriores. Yo llevo cinco años y medio en esto y ahora solo me ganó un competidor de la UPLA, pero era ganable. Me quedan años de carrera para pelear el primer lugar”.

Por su parte, Wladimir Mera acota que “terminé tercero, pero se nota el avance en estos tres años, considerando que yo antes no hacía ningún tipo de arte marcial. Quería clasificar, no lo logré, pero sé que puedo dar más”.

Los tres estudiantes coinciden en que es difícil repartir el tiempo entre los estudios y el deporte, pero reconocen que, cuando han tenido que decidir, el deporte gana. “A veces he dejado de estudiar por ir a un entrenamiento. Prefiero entrenar y después estudiar, sé que si me quedara en la casa no leería nada por estar pensando en el entrenamiento”, señala Camila, mientras sus compañeros aseguran que el entrenamiento los ayuda a eliminar el estrés de los estudios.

Finalmente, consultados por el currículum de su entrenador, quien fuera uno de los mejores taekwondistas a nivel panamericano (llegó a ser séptimo en el ranking mundial), manifiestan que sus logros son una motivación extra: “buscamos su nombre en Google y cuando vimos su trayectoria, dijimos ‘a este tipo hay que sacarle el jugo’… el problema es que él también nos saca el jugo a nosotros, porque es muy exigente”.