Valentina Miranda, censista: “Fue una experiencia chocante pero muy gratificadora”

La alumna de Técnico en Trabajo Social de la sede Santiago Centro fue una de las miles de personas que participaron como voluntarias en el Censo 2017.

A sus cortos 20 años, Valentina Miranda participó por primera vez como censista en el proceso realizado el 19 de abril en el país, al igual que otros cientos de alumnos de Santo Tomás Santiago Centro.

Además de colaborar con esta iniciativa, esta estudiante de primer año de Técnico en Trabajo Social sumó a su vida una experiencia que definió como “llenadora y gratificante pero muy chocante” y que asegura que le sirvió para “valorar la vida”, tras censar en un sector rural de la comuna de Maipú.

¿Cómo surgió la idea de participar como censista?

Al principio surgió como una obligación, ya que teníamos que hacer un trabajo relacionado con esto, pero después entró el interés, cuando llegué al colegio donde me dijeron que tenía que censar, en una zona rural.

¿En qué comuna y zona te toco censar?

Fui hasta la zona campestre de La Farfana, una zona rural de Maipú. Yo también vivo en la comuna pero es una zona alejada y no conocía el sector, de hecho andábamos en una camioneta de la Municipalidad, para censar las 23 casas ya que quedaban muy lejos una de la otra.

¿Cómo fuiste recibida por las personas que censaste?

Lo que más me impresionó es que todos estaban esperando a los censistas con las puertas abiertas, pese a que algunas personas no sabían mucho sobre el proceso del Censo, a ellos había que explicarles más, porque la mayoría no tiene televisión, pero en general vi gente comprometida con el proceso, es más había una persona que se había puesto terno para recibir a los censistas.

 

Sector » La Farfana» censado por Valentina 

Conocer otras realidades

¿Cómo fue la experiencia de ser censista?

Para mí fue muy chocante, yo llegué súper mal a mi casa, porque las condiciones en que viven las personas de esa zona eran horribles, en mediaguas, sin luz ni agua, viven de la agricultura e incluso los terrenos no son de ellos. De hecho hablan como si fueran de otro lugar, algunos como mucho van “a la ciudad”, como llaman al centro de Maipú o la autopista una vez al mes.
En cuanto al proceso en sí fue un poco lento, la colación un poco pobre, llenadora como estudiante, pero lento en general.

¿ Te pareció interesante conocer otras realidades? 

Mucho, yo no conocía la zona a pesar de vivir hace mucho años en Maipú. No sabía las condiciones de vida que tenían, hay mucha pobreza, muchos niños sin estudios… Fue muy triste, y como estudio trabajo social lo único que quería era tener el conocimiento y las herramientas para ayudar a esa gente.

¿Sientes que esto ayudó a reforzar tu vocación?

Fue un empujón, una motivación para terminar luego la carrera y ayudar. De hecho de una de las casas que censé, que fue la que más me chocó , sentí que yo necesitaba ayudar a esas personas, y me conseguí un abogado y una trabajadora social que los pueda orientar, me moví porque de verdad que quedé muy con el corazón apretado, llegué a mi casa con una chaqueta llena de emociones

¿Volverías a participar como censista?

Solo si supiera que me toca de nuevo en una zona rural.