IP Valdivia

Sebastián Fontanilla: «Sé que con esfuerzo se puede llegar al lugar que uno quiera»

El campeón sudamericado de Kick Boxing 2017, y alumno de 3er año de Servicio Social del IP Santo Tomás, ha sido tres veces campeón nacional, y tres veces campeón regional. Desde su experiencia ha contado como el deporte ha ido cambiando su vida, y ayudando a otros.

Sobre el Kick Boxing

¿Cómo descubriste que te gustaría este deporte?

Siempre me gusto el deporte de contacto, a los 15 años empecé con Karate, pero a los 16 me cambié al Kick Boxing. Ya a los 17 empecé con mi primer combate. La verdad, es que no tuvo mucho apoyo al comienzo, porque a mis padres no les gustaba este deporte. A los 17 y 18 años ya estaba combatiendo con otros competidores de 30 años. Esto es un arte marcial, se usa mucha inteligencia, estrategias, técnicas, y siempre se debe ejecutar un combate limpio. Elegí este deporte, porque es un arte que me permite expresarme de otra manera. Mi vida actual es mi familia, mi hija, mis estudios y el Kick Boxing.

En Uruguay, ¿Cómo viste la competencia en cuanto a tus rivales?

Bueno, antes de una pelea siempre hay nervios, y uno mismo se pone en duda. Pero el profesor que tengo me ayuda a confíar en mí mismo, y a darme cuenta de que realmente soy bueno en lo que hago. Uno se sube al principio con miedo, pero chocando los guantes y comenzando la pelea, soy otro. No me comparo con nadie, y me concentro en lo que hago.

¿Pensaste en que ibas a sacar el título de Campeón Sudamericano en Uruguay? 

Siempre pienso que todo puede pasar, pero cuando me subo a pelear, lo que veo siempre en mi mente es ganar. No por una medalla, no por dinero, solamente porque se lo debo a mi gente, mi familia, mis amigos, mis compañeros y todo quien me apoya en el arte marcial.

 

 

¿Quiénes te apoyan monetariamente para este deporte?

Antes trabajaba en un empleo que no me permitía mucho asistir a torneos o campeonatos. Sin embargo, cuando deje ese trabajo, he podido dedicarme más al Kick Boxing y los medios se han ido dando. Por ejemplo, tengo un auspiciador que me entrega mi suplemento alimenticio para entrenar, y este mismo me ayuda para desenvolverme y entregar lo mejor de mi en los estudios, con mi familia, y mi trabajo actual de empaque.

¿Cómo fue cambiando la percepción de tus padres con respecto a tu deporte?

La verdad de las cosas, es que ahora me apoyan mucho económicamente, con los entrenamientos, de manera psicológica. Me dan ánimo, me apoyan junto a mi familia. Por supuesto que el mejor logro que he tenido ahora académicamente, es el de la beca deportiva, la cual me financia toda la carrera, y con eso estamos todos felices, incluyendo mis padres.

Estudiar Servicio Social

¿Por qué estudias Servicio Social y no una carrera ligada al deporte?

Yo siempre he sido un poco corazón de abuelita. Desde los cinco años estuve en AMPAD (Agrupación de Monitores de Prevención de Alcohol y Drogas), y por temas de tiempo tuve que retirarme. En AMPAD, te enseñan a ser líderes, y a trabajar directamente en el  voluntariado.  Cuando fui creciendo me fueron entregando responsabilidades, como guiar a otros niños. Cuando fui monitor de AMPAD vi que a mi alrededor había asistentes sociales, abogados y psicólogos, quienes te enseñaron de un principio a ayudar a otros y mostrarles un ejemplo de que se pueden elegir mejores caminos, entonces, me di cuenta de que yo como persona, puedo generar cambios y aportar con un granito de arena a una mejor sociedad, fue por eso por lo que elegí Servicio Social. Me encanta mi carrera.

¿Cómo ligas tu carrera con el deporte que practicas?

Bueno la verdad es que siempre pienso en eso. Me gusta pensar que el día de mañana con las habilidades que tengo en el Kick Boxing y con el conocimiento que me ha entregado la universidad, puedo generar algún método de intervención a través del deporte. Uno nunca deja de aprender, y lo que trato de ganar es realmente para las personas, para mi familia, para mis compañeros, y para quienes confían en mí.