Fabián Ale Ramírez, alumno Permio Sello 2018 Ovalle: “Me siento un defensor de los principios y valores de la institución”

Estudiante de segundo año de Técnico en Administración fue reconocido por su entrega en los trabajos voluntarios y por su buen desempeño académico.

Fabián Ale Ramírez se convirtió en un rostro recurrente en las distintas actividades estudiantiles y trabajos voluntarios, que se realizaron el año pasado, 2017, en  Santo Tomás Ovalle. Para él, el establecimiento de educación superior es “su segunda casa”, en donde no sólo busca desarrollarse como profesional, sino que también adquirir otras experiencias que lo hagan crecer en lo valórico y en lo espiritual.

Por ello, a pesar de que admite que “es bastante estresante”, se da el tiempo para cumplir con las funciones de delegado de curso, asistiendo a reuniones, organizando actividades, además de participar en voluntariados, estudiar con dedicación y trabajar los fines de semana.

Todo este esfuerzo tiene un claro objetivo: obtener un segundo título profesional, en Técnico en Administración, puesto que ya es egresado de Técnico en maquinaria pesada. Luego de dos años en el mundo laboral Fabián se dio cuenta que debía complementar sus conocimientos si quería postular a cargos directivos. Hoy su decisión y empeño se ven además recompensados con el Premio Sello Santo Tomás 2018.

¿Cómo te sientes por ser elegido como Alumno Premio Sello 2018?

Feliz con este reconocimiento porque destaca los valores y principios de la institución. Me siento un defensor de estos principios y valores, de una orientación religiosa que respeta la formación que tuvimos desde la casa, desde los papás  en adelante.

Lo mejor es que nos reconocen el esfuerzo de tomarnos parte de nuestro tiempo, nuestro descanso, para hacer actividades, como en mi caso, voluntariado, acciones solidarias y actividades con los muchachos para motivarlos, integrarlos y hacerles  ver que no están en un instituto sólo por un tema de estudios, que vean también que es una segunda casa, que pasamos más de medio día en la institución.

Esto, uno no lo hace solo, lo hace con un equipo de personas, académicos, funcionarios que nos hacen motivarnos, impulsan nuestro liderazgo y trabajo en equipo.

Alumno Sello 2018

Tú dijiste que es una gran responsabilidad recibir este reconocimiento…

Esta es una gran responsabilidad, es un gran compromiso que tengo que cumplir, debo ser consecuente con lo que hago, digo, demostrar con acción, seguir motivando y ser igual y mejor de lo que era, porque puedo inspirar a muchos para que se conviertan en un nuevo alumno sello, como también reforzar lo que ha hecho la institución, se agradece mucho el trabajo de los directivos.

¿Cómo has logrado compatibilizar lo académico con tu función de delegado y tu participación en los voluntariados?

Por supuesto que es bastante estresante, pero es un sacrificio que vale la pena. En mi caso tengo como filosofía “querer es poder”. Se pueden hacer las cosas, organizar la vida, se puede salir, hacer actividades extracurriculares, se puede estudiar y trabajar.

¿Dónde estás trabajando ahora?

Trabajo orgullosamente en el casino, que me ha abierto las puertas laboralmente, he surgido y lo mejor de todo es que este  tiempo que yo he puesto a disposición ha logrado frutos. No es un proceso fácil porque hay que estudiar diferente, hay que pensar diferente y a veces hay que sacrificar algunas cosas, pero en el área académica me siento orgulloso de que tengo buenas calificaciones, me esfuerzo por estudiar, no es lindo estudiar, pero es muy necesario, importante para el desarrollo como persona.

Trabajo los fines de semana de noche desde las 20:00 horas a las 6:00 de la mañana, viernes, sábado y domingo, más mis estudios, estoy como primer asistente de salón. Así que se puede sí, pero es difícil.

¿Qué consejo les das a tus compañeros que inician sus estudios?

Que dejen a un lado sus miedos, que evadan un poco lo que dicen los demás, porque a veces uno se deja contaminar un poco con lo que dicen los alumnos con malas experiencias. Que busquen tener equilibrio entre la razón con lo emocional y que empiecen a hacer cosas nuevas, que aprovechen este proceso, porque puede que después no pase nunca más, en mi caso es mi segunda carrera y estoy seguro que acá, por lo que he visto y he sentido, me siento en mi casa. Es muy gratificante poder hacer cosas y que te lo reconozcan.

También decirles a los estudiantes nuevos que pueden ser alumnos sellos, que se esfuercen, que tomen esto como una experiencia para crecer, que aprovechen todo, que se cansen de hacer cosas, de estudiar, de hacer actividades, porque pueden conocer gente, otros lugares, tienen la oportunidad de viajar en la institución, como con la escuela de líderes, el voluntariado, con el cual uno ve la vida de otra forma y crece mucho, valora mucho más lo que tiene, la familia y como persona se llena con lo que da a  los demás.

Fabián Ale Ramírez recibió el Premio Sello Santo Tomás 2018 de manos del rector de la sede ovallina, Héctor López Gómez, durante la inauguración del año académico.